El fenómeno éclair está bien en su camino de convertirse en la próxima estrella de la pastelería internacional, avalado por los chefs de pastelería en todo el mundo. En el 2014 fue el año de la subida del éclair. Sin duda la estrella máxima, y al final de su popularidad está a la vista.
Siempre ha sido un dulce popular, tradicionalmente con una opción de vainilla, chocolate o café, pero hoy en día se ha modernizado en un artículo de moda cierto.
En Francia, se ha producido una reinvención total del éclair. Aunque chefs siguen utilizando los ingredientes de la base probadas - pastelería choux y crema pastelera - han tomado el éclair a un nivel completamente nuevo.
Pasteleros modernos inyectan emoción y la fantasía en esta pastelería clásica para darle un aspecto moderno, elegante y sexy. Lo que realmente diferencia a este producto en particular aparte del resto es su increíble versatilidad, tanto en términos de sabores y coberturas. Como base para la creatividad, que ofrece un sinfín de posibilidades, dando a los pasteleros la libertad para innovar y probar cosas que nunca se han hecho antes.
La cocina francesa es mundialmente conocida por su sofisticación y elegancia. Esto en gran parte se debe a su repostería, rica en sabor, dulzura e historia. El ecláir es un dulce de la pastelería clásica francesa, cuyo origen se remonta al siglo XIX. Según diversos historiadores gastronómicos, el ecláir fue creado por el pastelero de la familia real, Marie-Antoine Carême.
El término ecláir se traduce como rayo o relámpago por su forma alargada y delgada, pero también eran llamados "petite duchesse” o pequeña duquesa, en honor a la menor de los integrantes de la familia real.
Su receta es a base de una pasta choux, que no es más que una masa ligera con leche, huevos, harina y mantequilla, y que por su ligereza es ideal para rellenar.
Son tan memorables los ecláir que tuvieron protagonismo en la última cena del Titanic, como parte del postre. Esta cena le hacía honor a la cocina francesa fue diseñada por Auguste Escoffier, el chef más influyente de esa época. Otro dato curioso sobre este postre es que cada 22 de junio se celebra el Día del Ecláir de Chocolate en Francia para conmemorar uno de los postres más emblemáticos del país.
En contraste con el macarrón arco iris-hued, la éclair ha sido durante mucho tiempo más delicioso que hermosa. Tradicionalmente vidriada en tonos neutros de chocolate o café, este clásico aperitivo francés de la infancia tenía un encanto perdurable, pero nunca ha sido un destacado visual en el caso de pastelería.
No obstante, la, pasta choux rellena de crema siempre ha sido amada desde la década de 1800.
El pastelero francés Christophe Adam vio no como el clásico éclair un hecho consumado sino un punto de partida. Mientras trabajaba como chef en Fauchon, comenzó a experimentar con maneras de modernizar el diseño éclair, produciendo un éclair de color naranja brillante y una iteración memorable adornado con una imagen digital de la Mona Lisa.
Para mostrar su visión impulsada por el diseño, Adam abrió lo que él llama un "concept store" L'éclair de Génie, hace menos de un año en el Marais. Con un escaparate de cristal, suelos de hormigón, piedra vista y una pastelería como un local de joyas, explota de clientes desde entonces.
Fuente: Food News – Latam
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