Beber es un arte y un placer; descubre cómo hacerlo adecuadamente, disfrutando cada trago de tu copa con gran gusto y sin consecuencias inesperadas.
El alcohol tiene su mala fama; pero el carácter negativo que se le atribuye no tiene que ver con la bebida misma sino con el consumo inadecuado de ésta. Realmente, los alcoholes duros son líquidos “espirituosos”, y se les llama así porque animan el alma y el humor de una manera especial que no tiene que llevarnos a los excesos .
El secreto es saber tomar correctamente, siguiendo algunas reglas básicas que pueden ayudarnos a disfrutar cualquier bebida alcohólica con moderación y gran placer. Descúbrelas a continuación.
Regla 1.- Descubre tu bebida
Debes encontrar un tipo de alcohol que sea tu predilecto, aquel que te haga sentir cómodo en reuniones y en momentos de relajación. Esta bebida debe tener carácter, fuerza y elegancia. Nuestras recomendaciones son whisky , bourbon, ginebra, ron, tequila o mezcal. Como detalle adicional –y muy importante- debes comprobar que este alcohol le caiga bien a tu organismo y su sabor solo o combinado te parezca agradable.
Regla 2.- Paladea, no tragues
Esta regla te librará de los excesos, ya que si aprendes a saborear el alcohol que consumes y lo disfrutas en tragos pequeños y espaciados, podrás pasarla bien toda la noche bebiendo moderadamente. El problema con quienes beben de más es que consumen el alcohol como si fuera agua : tragos largos y sin apenas saborear. Entrena a tu paladar para que aprecie el sabor de un buen whisky y no necesitarás demasiado alcohol para deleitarte.
Regla 3.- Identifica tus debilidades
A lo largo de tu amplia o limitada experiencia con el alcohol, es probable que hayas detectado qué bebida es poco amigable con tu organismo; aquella cuyo sabor quizá te agrada, pero te provoca resaca o se te “sube” rápidamente. Evita beberla en eventos o fiestas en los que debas mantener el control total de ti mismo , ya que una bebida “enemiga” es peligrosa e impredecible. Tampoco bebas tragos ni cocteles desconocidos o extravagantes que te generen dudas de la reacción que te pueden provocar.
Regla 4.- Aprende a beber de acuerdo a la ocasión
Debes reconocer el momento perfecto para cada bebida. Por ejemplo , antes de la comida, un jerez o champaña son ideales; durante la comida, un vino tinto claro realzará el sabor de tus platillos, y para el momento posterior a la mesa, un coñac o un oporto ayudarán a la digestión.
Ahora bien, cuando vayas al estadio o a la playa, una cerveza bien fría será la elección más conveniente. Si estás en un bar, pide un Martini o el famoso Manhattan; si debes acudir a un evento durante la tarde, un tequila o mezcal serán adecuados.
En caso de duda, la bebida ideal para todo evento es un whisky ; sólo recuerda que jamás debe ser menor a 12 años, ya que no puede garantizarse su calidad y podría provocarte una reacción inesperada y desagradable.
Guadalupe Flores
Fuente: Terra México
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