INGREDIENTES:
- 250 g. de chocolate negro 70%
- 150 g. de azúcar normal o glass
- 200 g. de mantequilla
- 6 huevos medianos
- 120 g de harina de repostería
- un pellizco de sal y
- 2 cucharadas de cacao en polvo 70%.
ELABORACIÓN:
En primer lugar, necesitaremos los envases donde haremos nuestros deliciosos coulants. Éstos pueden ser los típicos recipientes para flanes de papel aluminio. Una vez los tengamos, untamos las 10 flaneras con mantequilla. A continuación, batimos los huevos con el azúcar hasta que hagan espuma. Posteriormente, añadimos el cacao en polvo, la harina de repostería, un pellizco de sal y volvemos a batir con la batidora hasta que quede todo totalmente integrado. Cuando ya lo tengamos, preparamos en un bol el chocolate y la mantequilla y lo introducimos en el microondas durante 3 minutos a temperatura baja, controlándolo a cada minuto para que no se nos queme. Luego batimos la mezcla con unas varillas hasta que quede una crema homogénea y bien integrada, ya que queremos una pasta de chocolate espesa.
Seguidamente, juntamos la crema de chocolate con la anterior y mezclamos bien con una cuchara, unas varillas o una espátula de silicona. Metemos toda la crema del Coulant en una manga pastelera, así será más fácil rellenar los envases. Si no tenéis manga, no os preocupéis, usad una cuchara con cuidado, y no rellenéis todo el envase puesto que el bizcocho crece en el horno; dejad como un cm. sin rellenar.
En segundo lugar, pasamos a la parte más importante de la receta, el horneado. Cada horno es un mundo, por ello, para que os salgan perfectos, es necesario que hagáis una pequeña prueba con uno de ellos antes que lleguen vuestros invitados/as. Emplead uno y horneadlo con las indicaciones que aparecen a continuación, así podéis calcular de manera exacta el horneado.El objetivo es que quede líquido por dentro y esponjoso por fuera. Precalentamos el horno a 200º C, opción calor arriba y abajo. A los 5 minutos bajamos a 180º C. Metemos los moldes de coulant al horno durante 8-9 minutos. Dejamos enfriar un par de minutos y desmoldamos en un plato de color claro, queda muy bien el contraste. Podemos espolvorearlo con un poco de azúcar glass o con cacao en polvo. Este postre debe de tomarse caliente aunque en verano le va genial una bola de helado, el contraste es fabuloso. Y para los más atrevidos puede cubrirse con más chocolate caliente.
Fuente: El periódico Mediterráneo
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