En una cata hay que percibir los aromas propios del tipo de vino
Otro detalle que es importante a la hora de catar un vino es no haber mascado chicle, ya que el sabor dulce del mismo también cambia el gusto del vino a probar. Tampoco se debe haber comido picante, aunque esto a veces es muy difícil, ya que a mucha gente le gusta, pero hace que el vino sepa diferente.
Elija la botella de su preferencia, ya sea vino blanco o tinto. Si es un vino de cosecha joven, destápelo con suavidad. Sirva sólo una onza. Vea el color: si es un vino blanco y su color es amarillo intenso tirando a dorado puede ser que esté echado a perder. Hay una rueda de colores que puede encontrar en internet para detectar los diferente colores de los vinos, tanto tintos como blancos.
Una vez en la copa perciba los aromas, siempre dejando que el olfato encuentre las notas frescas a frutas tropicales, como guayabas, piñas o manzanas verdes, que se da en algunos blancos, o a madera, cuero o especies, si son vinos tintos. Para seguir detectando aromas es necesario girar la copa varias veces.
La parte más divertida de una cata de vinos es probarlo, paladearlo, disfrutarlo en la boca, las sensaciones que nos da el vino cuando está en los labios son únicas y nuestro corazón las agradece.
Hasta la próxima semana, amigos, y ¡viva el vino!
Fuente: Diario de Yucatán
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