El Gourmet Urbano: Tres historias con cerveza

sábado, 15 de agosto de 2015

Tres historias con cerveza

Cerex exporta 2.000 botellines de Zarza de Granadilla a China

Al estallar la crisis económica, dos jóvenes ingenieros agrónomos extremeños descubrieron en Baviera el arte de hacer cerveza. Sucedió en un pueblecito que albergaba la fábrica de cerveza más antigua del mundo y el descubrimiento los marcó. Era el año 2009 y por esa fecha, Jesús Santos visitaba Munich con su novia, logopeda en Cáceres, y empezaba a beber cerveza de manera selectiva y a entender que tras esa bebida tan popular, había toda una cultura. Algo lejos de allí, en Quintana de la Serena, José Severiano Fernández de la Cruz regentaba un bazar, pero llevaba cinco años haciendo cerveza, de hecho fue el primero que la elaboró en Extremadura.

Tres vasos llenos de cerveza extremeña artesanal Ballut. :: HOY


Cuando estos extremeños hablaban de su afición cervecera, sus amigos y familiares los miraban de manera rara, como si estuvieran ante unos iluminados. Pero seis años después, son la avanzadilla de una industria cervecera extremeña que crece sin parar en producción y prestigio.

Jesús Santos, que era repartidor de gasóleo en paro, tras realizar más de 30 entrevistas de trabajo y enviar más de mil currículums, sin obtener resultado, abrió una tienda de cervezas en Cáceres. Y le va bien. Despacha cervezas lejanas como la Coopers Brewery australiana, cervezas muy raras como la danesa Molotov Cocktail, que tiene tantos grados, 13, como un buen vino, o cervezas caras como la única absolutamente trapista, la belga Westluteren XII, que cuesta 12 euros.

Jesús vende cervezas de la tierra, birras extremeñas que cada vez se distribuyen mejor y se elaboran o, cuando menos, tienen su sede en Barcarrota (Soto), Plasencia (Blomberg), Villanueva de la Serena (Sevebrau), Villanueva del Fresno (Jara), Badajoz (Marwan y Ballut), Villafranca de los Barros (Arcadia) o Zarza de Granadilla (Cerex).

Severiano acabó hartándose de su bazar en Quintana y se empeñó en elaborar cerveza de manera artesanal, pero viviendo de su comercialización. El 26 de junio de 2013, sacó al mercado su primer litro de cerveza y en un año hizo 25.000. Una de sus cervezas, la Seve Boris Ex1-IPA, de estilo Indian Pale Ale y 7 grados, consiguió la medalla de bronce en el prestigioso certamen internacional cervecero de la ciudad china de Shangai. Además, tiene una taberna en Villanueva de la Serena que ha sido considerado uno de los 10 mejores sitios de España para beber cerveza.

Jesús y Seve son dos ejemplos del desarrollo de la industria y el comercio de la cerveza en Extremadura. El caso de los dos ingenieros agrónomos también es muy significativo. En junio de 2013, abrieron una fábrica de cerveza en Zarza de Granadilla y bautizaron su producto, Cerex, con un nombre inspirado en la diosa romana de la agricultura.

Cerex tiene en el mercado cuatro tipos de cerveza artesanal: Pilsen, Ibérica de Bellota, Cerex Cereza y Cerex Castaña. Con ingredientes naturales de la dehesa extremeña o del Valle del Jerte, la cervecera de Zarza de Granadilla acaba de poner una pica en China al enviar sus primeras 2.000 botellas a las regiones de Hong Kong y Macao. La distribución corre a cargo de una firma especializada en la distribución de productos premium y delicatessen de España como el jamón ibérico o el caviar hispano. Cerex ya exportaba sus cervezas a Alemania, Holanda, Estados Unidos (Nueva York y Miami), Singapur y Méjico. Y ahora, China.

Aquellos iluminados, que lo dejaron todo por la pasión de hacer cerveza en Extremadura, se han abierto paso en un mercado especializado y exigente y protagonizan una aventura empresarial inesperada. Son un ejemplo de cómo la crisis aguza el ingenio.


Fuente: Hoy - España

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