En China, y precisamente en la ciudad de Dongyang, en primavera en las esquinas de las calles se abren puestos de venta de verduras frescas y tiendas con huevos cosidos con la orina de los niños de 7-13 años de edad.
La ciudad de Dongyang, ubicada en la provincia oriental china de Zhejiang, tiene una historia muy larga y simbólica. Esta ciudad fue fundada en el año 195 de nuestra era. Y durante los 2 mil años de su historia ha conservado una gran cantidad de tradiciones y costumbres maravillosas. Una de las costumbres únicas es el de comer tong zi (en inglés – boy eggs), lo que significa comer huevos cocidos en orina de niños de edad prepubertaria.
Los huevos energéticos frescos y calientes, que los venden casi en todos los rincones de la ciudad, se consideran que son aperitivos tónicos ideales en primavera, y asimismo un excelente recurso para prevenir los golpes de calor durante el verano.
Un huevo, cocido en la orina de los niños, cuesta apenas 23 centavos, y por esta razón, las reservas de algunos comerciantes no alcanzan para las ventas del día debido a que rápidamente son comprados estos “huevos mágicos”.
“Son tan sabrosos”, dice el Sr. Liu, quien se mudó hacia esta ciudad varios años atrás. Yo puedo comer hasta 10 huevos al día. Anteriormente no probé nada igual. Al probar por primera vez estos huevos de energía, yo no pude detenerme”.
Para preparar los Virgin Eggs, también denominados huevos energéticos, cogen los huevos frescos, los sumergen en la orina de los niños y los hacen solo hervir. Después de esto, los huevos son extraídos de la caldera, que se encuentra encima de una gran estufa al rojo vivo, y son golpeados débilmente para agrietarles las cáscaras (pero no se les limpia), luego nuevamente los colocan en el depósito y son cocinados durante todo el día, agregándoles la cantidad adecuada de orina.
Fuente: Femenino.info
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