La Organización de Consumidores y Usuarios critica las alternativas preparadas por llevar más azúcar y contar con más calorías que el café que nos hacemos en casa.
El café es un producto imprescindible en la dieta occidental con miles de variedades en cuanto a sabor, aroma o preparación para satisfacer todos los gustos. Se trata de una de las bebidas más consumidas del mundo, y es que, hablamos del compañero diario de los desayunos, las sobremesas, los momentos de ocio y a veces, incluso las noches...
Ante el alto consumo de café y las numerosas preferencias, el mercado acoge desde hace algún tiempo las bebidas preparadas como alternativas al café que se han puesto de moda en sus distintos formatos, ya sean latas, vasos o envases calentables.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) critica estas bebidas por llevarmás azúcar y contener más calorías que el café que nos hacemos en casa.
Además, según la OCU, dependiendo de la marca y el producto, podemos encontrar grandes diferencias en cuanto a la cantidad de grasa que contiene la leche. Todo ello, sumado a la gran cantidad de aditivos y reguladores del sabor, aromas y espesantes sin contar con el azúcar y las calorías adicionales si la bebida también lleva chocolate, cacao, caramelo o algún otro ingrediente.
En definitiva, parece que habrá que pensarse si es peor el remedio que la enfermedad y si deberíamos conformarnos con el café de toda la vida en lugar de innovar...
Fuente: Estetic.es
Ante el alto consumo de café y las numerosas preferencias, el mercado acoge desde hace algún tiempo las bebidas preparadas como alternativas al café que se han puesto de moda en sus distintos formatos, ya sean latas, vasos o envases calentables.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) critica estas bebidas por llevarmás azúcar y contener más calorías que el café que nos hacemos en casa.
Y es que, aunque el contenido en cafeína es tres veces menor que el que nos hacemos en casa, los azúcares superan los 10 gramos por envase y las calorías totales oscilan entre unas 60 kilocalorías por envase y unas 277 en función de si llevan leche entera, semi o desnatada.
Además, según la OCU, dependiendo de la marca y el producto, podemos encontrar grandes diferencias en cuanto a la cantidad de grasa que contiene la leche. Todo ello, sumado a la gran cantidad de aditivos y reguladores del sabor, aromas y espesantes sin contar con el azúcar y las calorías adicionales si la bebida también lleva chocolate, cacao, caramelo o algún otro ingrediente.
En definitiva, parece que habrá que pensarse si es peor el remedio que la enfermedad y si deberíamos conformarnos con el café de toda la vida en lugar de innovar...
Fuente: Estetic.es
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