El Gourmet Urbano: Asunto importante: ¿Cómo escoger un vino en la tienda?

jueves, 14 de abril de 2016

Asunto importante: ¿Cómo escoger un vino en la tienda?

Si a usted le importa el vino y quiere beber mejor y con mayor confianza, lo mejor que puede hacer es cultivar una relación estrecha con una buena vinatería. He estado argumentando esto durante años, sin nunca haber abordado la pregunta evidente: ¿cómo saber si una vinatería es buena?

El sabor lo es todo en un vino, se debe conocer más sobre él para descubrir si es una buena opción. Foto: Especial.


La respuesta parece igualmente obvia: las buenas vinaterías ofrecen una gran selección de botellas distintivas. Sin embargo, eso no ayuda si el examen de la selección de vinos es incomprensible en lugar de reveladora.

Es posible decir mucho sobre la vinatería con tan solo entrar por la puerta, aun si no se sabe mucho sobre vinos. Por ejemplo, ¿cuál es la temperatura? Moore Brothers Wine Co. mantiene el local a la temperatura de la bodega, a 13 grados Celsius, lo que es grandioso, pero no del todo necesario, siempre que la tienda no esté caliente.

¿Les da la luz del sol a las botellas? No es bueno. La luz puede dañar al vino. ¿Están cubiertas de polvo? Tampoco es bueno ya que indica una actitud descuidada, posiblemente negligente, hacia el inventario.

Examine las descripciones de los vinos colocadas debajo de donde están las botellas. ¿Las escribió el personal de la vinatería? Ese es un signo positivo, que indica inversión personal y un punto de vista distintivo. Son muchísimo más preferibles a los “señalizadores de productos” preimpresos que tienen notas y calificaciones de críticos o publicaciones periódicas externas; indican una falta de confianza, pereza o abdicación de las responsabilidades críticas.

¿Se exhiben las botellas en forma vertical u horizontal? Realmente, no es importante. Es más tradicional colocarlas horizontalmente, y preferible para el añejamiento a largo plazo, aunque eso no se aplica a las botellas con tapas de rosca, sin corcho que haya que mantener húmedo. Verticales es un poco más amigable y menos formal. Sin embargo, ninguna de las dos posiciones es un indicador de calidad. ¿Cajones de ofertas cerca de la puerta? A menudo tienen vinos de consumo masivo menos interesantes que, raramente, son buenos valores.

Muchas características son cuestión de gustos personales. ¿Importa que las tiendas sean grandes o pequeñas? Realmente no, aunque, al igual que las listas de vinos de los restaurantes, una selección más centrada será menos intimidante. Las grandes tiendas tienen que trabajar más duro para brindar atención personal.

Las catas dentro de la vinatería se agradecen, pero nunca hay que sentirse obligados a comprar. Son útiles las muestras de la mitad de la caja o de la completa, que pueda armar la vinatería. Sin embargo, son todavía mejores las cajas de muestra que se arman para los clientes. A las buenas vinaterías les encanta hacer esto.

Más importante que las características físicas es la atmósfera y el punto de vista de la vinatería. Es la diferencia entre una experiencia de compra confortable y una estéril.

En Bay Grape, una vinatería que se abrió hace año y medio en Oakland, California, estantes verticales de vino tienen mensajes alusivos, como: “Ella vende mariscos”, en un Muscadet. En una mesa comunitaria, rústica, de tablones de manera, que está cerca de la fachada de la tienda, Zach Beauchamp, un subgerente, guio a media docena de visitantes en una conversación sobre vinos austríacos y su cata. Un grupo de mujeres en una mesita al frente compartían una botella y unas cuantas almas solitarias se aprovechaban del wifi gratuito y picoteaban las computadoras portátiles. Era la clásica reunión comunitaria centrada en el vino, cálida y acogedora.

El enfoque le ha ganado a Bay Grape una clientela ardiente. “Es grandioso cuando puedes sostener una conversación; es menos ‘transactual’”, dijo Eliza Kinsolving, quien había llegado a tomar una clase sobre vinos.

En Back Label Wine Merchants en la Ciudad de Nueva York, usted no irá muy lejos dentro de una elegante vinatería antes de que lo reciban alegremente y le ofrezcan asistencia. Es posible que el vendedor trabe una conversación con usted para determinar sus gusto y qué es lo que está buscando, o se dará cuenta de que usted está viendo y no quiere una presencia rondando.

“Todo se trata de la hospitalidad, claro”, dijo Patrick Watson, quien abrió Back Label en mayo del 2014.

La hospitalidad es más que un recibimiento cálido. Es anticipar cómo compra la gente y qué información es la que quiere. En Back Label, Watson arregló la exhibición como si siguiera la progresión de los vinos en una cena, empezando con el espumoso para seguir a los blancos y tintos, viejo mundo al nuevo mundo, subdivididos por localidades. Para una perspectiva a mayor profundidad, también exhibe los vinos por características: los que están hechos con uvas cultivadas en suelos calizos, por decir, o vinos con acidez enérgica.

“Las exhibiciones deben ser más personales que solo ‘Australia’ o ‘Burdeos’”, notó. Las denominaciones geográficas siguen siendo las más útiles, yo creo, pero es frecuente que las ideas extras se reciban bien”.

Algunas vinaterías llevan un registro de lo que compran sus clientes, lo cual es un gran servicio. Usted puede utilizarlo ya sea como un simple instrumento de memoria (“Me llevé este vino blanco que realmente me gustó, pero no recuerdo qué era”) o para construir a partir de sus experiencias (“De verdad que me gustó ese vino. ¿Podría recomendarme una botella diferente que también pudiera gustarme?).

Las buenas vinaterías entienden que los mejores valores están entre los 15 y los 25 dólares, así es que deberían tener muchas buenas selecciones en ese rango. También deberían tener vinos más baratos, aunque sin condescender.

Los mejores comerciantes le pueden enseñar sobre vinos, pero entienden que, a veces, poca información es suficientes. Pocas personas aprecian una conferencia sobre tipos de suelos o de la química del vino. Como buenos psicólogos, los vendedores deben siempre medir los deseos de sus clientes.

En Bay Grape, a la atmósfera informal, casi juguetona, la subraya el riguroso servicio y profunda conciencia de la inseguridad que surge cuando se compran vinos. Los dueños, los esposos Josiah Baldivino y Stevie Stacionis, han trabajado como sumilleres. Han capacitado a su personal para entablar conversaciones con los clientes y hacerles preguntas a profundidad.

Ninguna vinatería va a poder conseguirle siempre la botella específica que usted quiera, pero los buenos comerciantes deberían estar siempre listos para ofrecer algo similar.

“Realmente queremos enterarnos de lo que quiere la gente, así es que podemos decir: ‘No tengo eso, pero creo que a usted le encantaría esto’”, explicó Stacionis.

Eric Asimov - THE NEW YORK TIMES

Fuente: AM - México

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