Mejora el sabor de tu café con este sencillo truco

Más allá del poder estimulante de la cafeína, igual que ya sucede con la cerveza, el sabor de tu café debe ser el adecuado. Más si cabe si eres de los que se prepara tu propio café casero y muele los granos. Si ese es el caso, un grupo de científicos de Reino Unido han descubierto un truco para mejorar el sabor de este líquido elemento.

Que el sabor de tu café sea el idóneo es uno de los factores clave para seguir consumiéndolo día a día.

Concretamente, han sido los investigadores de la Universidad de Bath los que han descubierto algo que ya muchos hacían con el objetivo de conservar mejor a largo plazo los granos de café: Enfriar o congelar los granos justo antes de molerlos mejora el sabor de tu café.

Conseguir la química del café perfecto es complicado, como poco, pero gracias a una serie de factores podemos lograr una taza de café científicamente ideal.

Mejora el sabor de tu café con un sencillo método

Como ya comentábamos, aquellos que suelen tener granos de café en casa y son asiduos a preparar su propio café casero moliendo los granos ellos mismos suelen almacenarlos en frío (nevera o congelador) con el objetivo de conservar su frescura. Sin embargo, este método no sirve solo para esto, pues mantenerlos fríos también nos asegura un mejor sabor.

Según Christopher Hendon, químico del MIT, el frío asegura una molienda más uniforme de las partículas finas del café y esto, a su vez, asegura una mejor extracción de los compuestos que le otorgan sabor al mismo.

¿Quieres saber cuál es el mejor café para el estómago? La ciencia tiene la respuesta.

Para demostrarlo, Hendon y sus colegas experimentaron moliendo granos de café a diferentes temperaturas en laboratorio; desde temperatura ambiente hasta -196 ºC. Y, ¡sorpresa!, cuanto más fríos estaban los granos de café, más consistente y fina era la molienda.
Una mayor eficiencia a la hora de preparar café

Evidentemente todos no podemos permitirnos tener granos de café a -196 ºC, pero el principio experimental es el mismo: A más frío, mejor sabor, gracias a una molienda más fina. Puede parecer una tontería, pero está directamente relacionado con la química del café: Con el agua intentamos extraer las partículas finas del café más rápido, buscando un mejor sabor, pero a veces esto no es posible.

Sin embargo, si mejoramos la molienda y por tanto la extracción equilibrada de estas partículas que le otorgan el sabor al café, se puede conseguir una mayor eficiencia a la hora de preparar café: Con menor cantidad de café se puede conseguir un mayor sabor, lo que en última instancia implicaría una mayor eficiencia.

Finalmente, cabe destacar que si somos de los que confiamos en la cafeína para mantenernos despiertos las cosas pueden ir un poco mal. Recientemente un estudio publicado en el Journal of Sleep ha afirmado que mantenernos varios días despiertos a base de cafeína no tendrá beneficio alguno por mucho que lo intentemos. Es mejor dormir suficiente, o intentar recurrir a otros métodos de activación.

Roberto Mendez

Fuente: Omicrono