“Si no me tomo un café por la mañana no soy persona”. ¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase a lo largo de nuestra vida? –el número podría ser infinito. La cafeína crea tal adicción que más de la mitad de la población de Estados Unidos beben un promedio de 3 tazas al día, de acuerdo con la Asociación Nacional del Café.
La adicción al café afecta a la mitad de la población en Estados Unidos (iStockphoto)Ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto Usher de la Universidad de Edimburgo puede tener la clave definitiva para entender el por qué de la adicción a la cafeína.
Los investigadores examinaron la información genética de 370 personas de un pequeño pueblo en el sur de Italia y de 843 personas de seis aldeas en el noroeste de Italia. Los participantes completaron una encuesta, que incluyó una pregunta sobre cuántas tazas de café consumían a diario.
La conclusión fue que la tolerancia a la cafeína estaba directamente relacionada con la genética de cada uno, más concretamente con el gen denominado PDSS2. El doctor Nicola Pirastu, miembro del equipo de investigación del Instituto de Edimburgo dijo: “Los resultados de nuestro estudio se suman a la investigación existente que sugiere que la cantidad de café que ingerimos tiene que ver con nuestros genes.”
Café (Martin Dimitrov / Getty)Según los expertos el gen PDSS2 reduce la capacidad de las células para descomponer la cafeína, haciendo que permanezca en el cuerpo durante más tiempo. Por lo que las personas con más variantes en este gen podrían beber más porque lo metabolizan más rápidamente y, por tanto, perciben su efecto estimulante durante menos tiempo.
Pese a estos resultados, el doctor añadió: “Tenemos que hacer estudios más amplios para confirmar el descubrimiento y también para aclarar el vínculo biológico entre el PDSS2 y el consumo de café”.
Fuente: La Vanguardia
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