Este vino, que tiene el sello de Michael Cooper, destaca por sus referencias herbáceas y de pimienta blanca.
Aragón presume mucho, y merecidamente, de los estupendos vinos que se elaboran en las distintas comarcas de la comunidad con la garnacha tinta. Pero el reconocimiento llegó relativamente tarde, hace algo más de una década, cuando ya numerosas viñas de esta variedad habían sufrido arrancamientos masivos de cepas viejas por el poco prestigio que gozó en épocas pasadas esta uva, que fue sustituida por variedades foráneas como la merlot y la cabernet.
Algo parecido, a menor escala, le ocurrió a la garnacha blanca, que cedió terreno a uvas como la chardonnay en zonas donde había sido predominante. Y de un tiempo a esta parte, resulta que cada vez gustan más los blancos de garnacha, ya sea en solitario o acompañada de otras uvas.
Un claro ejemplo del potencial de la garnacha blanca es este vino que se elabora en Aguarón, en la D. O. Cariñena, con el sello de Michael Cooper, vendedor y 'hacedor' de vinos norteamericano establecido en Aragón desde el año 2003. En su colección Vinos del Viento –que incluye vinos de varias denominaciones aragonesas– tiene este de edición muy limitada que se basa fundamentalmente en garnacha blanca de suelos de pizarra gris de las faldas de la sierra de Algairén, combinada con un 30% de chardonnay y un 10% de viognier.
Es muy fresco, con una acidez muy bien integrada con el alcohol (13,5%), gracias a sus notas varietales cítricas, especialmente de lima y limón.
También hay referencias herbáceas y de pimienta blanca, además de toques de frutas blancas que le aporta la chardonnay. Muy fácil de beber y de disfrutar.
La garnacha blanca de Aragón también da ricos vinos.
Algo parecido, a menor escala, le ocurrió a la garnacha blanca, que cedió terreno a uvas como la chardonnay en zonas donde había sido predominante. Y de un tiempo a esta parte, resulta que cada vez gustan más los blancos de garnacha, ya sea en solitario o acompañada de otras uvas.
Un claro ejemplo del potencial de la garnacha blanca es este vino que se elabora en Aguarón, en la D. O. Cariñena, con el sello de Michael Cooper, vendedor y 'hacedor' de vinos norteamericano establecido en Aragón desde el año 2003. En su colección Vinos del Viento –que incluye vinos de varias denominaciones aragonesas– tiene este de edición muy limitada que se basa fundamentalmente en garnacha blanca de suelos de pizarra gris de las faldas de la sierra de Algairén, combinada con un 30% de chardonnay y un 10% de viognier.
Es muy fresco, con una acidez muy bien integrada con el alcohol (13,5%), gracias a sus notas varietales cítricas, especialmente de lima y limón.
También hay referencias herbáceas y de pimienta blanca, además de toques de frutas blancas que le aporta la chardonnay. Muy fácil de beber y de disfrutar.
José Luis Solanilla
Fuente: Heraldo.es
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