El Gourmet Urbano: 7 razones por las que acabarás bebiendo vino rosado

jueves, 25 de mayo de 2017

7 razones por las que acabarás bebiendo vino rosado

El rosado es el vino perfecto para acompañar casi cualquier momento del día. Es bebida de acompañamiento de un buen aperitivo, pero marida con cualquier plato. Desde un asado a un arroz. Es un vino que en otros países, como Francia, se hace imprescindible en cualquier mesa.

En España cuesta más hacerlo llegar al gran público, pero el rosado se está haciendo un hueco y tiene poderosas razones. Decir vino rosado en España es decir Cigales y Navarra. Son las dos denominaciones por excelencia de este tipo de vino.


Es un vino para los jóvenes


Dice el presidente de la Denominación de Origen Cigales que el rosado está de moda. No duda un segundo en afirmarlo… De hecho, Julio Valles considera que el rosado “es la esperanza para que los jóvenes beban vino”. El presidente de la Denominación de Origen Navarra, David Palacios, tampoco tiene duda a la hora de afirmar”es un gran vino para los paladares más jóvenes”.



“Queda mucho camino por recorrer para acercar el vino a los jóvenes porque no tienen esa costumbre que tenían, por ejemplo sus padres, de beber vino”, reconoce Valles. “Van más a otros productos de tragos largos”. Pero si alguien tiene capacidad de atraer a la juventud al mundo del vino, ese candidato se llama rosado.

El vino rosado abre camino


Parece más difícil aficionarse al vino a partir de un tinto de tempranillo con mucho cuerpo, de más de 14 grados. En cambio el vino rosado, es más agradable de tomar. “Es muy difícil que una persona bebiendo por primera vez un vino recio de tempranillo se aficione así porque sí al vino”, indica Valles. Por ello, a su entender, “es más fácil hacerlo a través del rosado como ha sido más fácil hacerlo a través de los blancos”.

“Pasa como con la cerveza, al principio no te gusta porque es amarga, todos lo hemos vivido de pequeños. Pues lo mismo ocurre con un vino, una vez que te acostumbras a él”, explica.

Es fácil de beber


Por eso es más fácil con vino rosado. Se presenta como un vino elegante, con mucha estructura, pero a la vez muy fácil de beber. Y esto enlaza con lo anterior a juicio de Valles: “nos hace pensar que el rosado es una de las esperanzas que tenemos para que los jóvenes beban vino. “Es un vino que es mucho más fácil de beber que un crianza, es más agradable. Una vez que se aficionen al vino, ya pueden ir a beber otros”, afirma el presidente de la DO Cigales.

Su elaboración es prodigiosa


El rosado de lágrima es el rey en la denominación de Origen Navarra, su nombre se debe al método de elaboración que se conoce como sangrado de mostos, con el que se obtiene una mayor calidad. “Hacen falta 2 o 3 kilos de uva para obtener una botella de rosado DO Navarra”, explica palacios. En el vino rosado se extrae “lo mejor de la uva” y su elaboración es “más complicada que la de otro tipo de vinos”.


La identidad de los rosados DO Navarra reside en su atractivo color, sus aromas y frescura. Conseguir este gran resultado muchas veces genera “más de un desvelo a los enólogos por su esmerada elaboración”, confiesa Palacios.

Puede relevar al blanco


Al mundo del vino se llega más facilmente a través de los blancos y de los rosados. “El imperio del blanco ha sido grande en estos últimos años”, indica Valles quien cree que “ha sido un vino muy del gusto, por ejemplo, las mujeres, aunque lógicamente las haya que también beban tinto”. Se podría decir que el público femenino mandó en este sentido, poniendo en valor el blanco.

Pero el vino rosado puede llegar a comerle la tostada: si el blanco es un vino que se puede tomar fresco, hasta frío, eso es lo que puede pasar también con el rosado. Pero es que además, “el rosado es un vino más completo que el blanco”. ¿Por qué?

Marida con todo


Pues muy sencillo. Porque se puede beber no sólo como aperitivo sino para comer a cualquier hora. De hecho, en la zona de Cigales, tierra de asados, según confiesa Valles, “cada vez la gente se está dando más cuenta de que el mejor vino para tomar un lechazo asado es un rosado. Mucho más que un tinto porque tiene un poquito más de acidez, porque arrastra mejor, porque hace mejor la digestión”.

El presidente de la DO Navarra cree por su parte que este tipo de vino “armoniza a la perfección con esta tierra y sus verduras y es muy polifacético en la gastronomía”.

Son vinos que tienen buena nariz, muy agradables de beber, muy elegantes en boca, muy suaves. “Es un vino que te da gusto seguir bebiendo”, para Velles. Pero ojo, también “son peligrosos” porque “no te das cuenta y te has bebido tres copas en un instante, sobre todo si está fresquito”.

Los rosados arrastran muy bien la comida, armonizan con la mayoría de las comidas. Es muy difícil que un pescado un poco potente armonice bien con un tinto, sin embargo un vino rosado armoniza seguro, igual que un blanco.

Encaja casi a cualquier hora


Es el clásico vino de “chateo” o “poteo” por la tarde. “¿Quién se puede resistir a la frescura en una terraza de verano, al aire libre o saliendo con amigos?”, se pregunta Palacios.

“A la gente muchas veces no entra con un rosado y cuando le das a probar un buen rosado se da cuenta de que aquello no era lo que él creía, un vino deslavazado, sin sabores, sin aromas”, apostilla Valles. El vino rosado es todo lo contrario, “tiene muchísimo aroma, muchísimo buqué”.

Gonzalo Prieto

Fuente: Cocinillas

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