El consumo moderado de un par de vasos de vino tinto (rico en resveratrol) aportaría a una persona la cantidad suficiente para causar un efecto protector en su salud.
España es tierra de vinos. Su consumo experimentó en 2016 por primera vez un aumento después de varias décadas disminuyendo. Según los datos manejados por el Observatorio Español de los Mercados del Vino, la demanda registró un comportamiento positivo con una tasa de crecimiento del 2,5% al 4%, hasta alcanzar un total de 9,8 millones de hectolitros. Además de ser tierra de vinos,
España es tierra de vinos. Su consumo experimentó en 2016 por primera vez un aumento después de varias décadas disminuyendo. Según los datos manejados por el Observatorio Español de los Mercados del Vino, la demanda registró un comportamiento positivo con una tasa de crecimiento del 2,5% al 4%, hasta alcanzar un total de 9,8 millones de hectolitros. Además de ser tierra de vinos,
“Dicha respuesta de estrés representa una etapa de la biología que habíamos obviado, y parece que el resveratrol la activa en concentraciones mucho más bajas que las utilizadas en los estudios previos”, explica Paul Schimmel, co autor del estudio a la revista Nature.
Para llegar a su conclusión,los investigadores analizaron una antigua familia de enzimas, las Arlt sintetasas, que se ocupan principalmente de traducir material genético en los bloques de construcción de aminoácidos que luego forman las proteínas, descubriendo que el resveratrol en el proceso actuaba como un imitador de la tirosina (uno de los 20 aminoácidos que forman las proteínas).
“Con estos resultados es más que posible que el consumo moderado de un par de vasos de vino tinto (rico en resveratrol) aportaría a una persona la cantidad suficiente de resveratrol para causar un efecto protector a través de esta vía”, aclara Mathew Sajish, líder del estudio. “Creemos que esto es sólo la punta del iceberg. Pensamos que hay muchos más imitadores de aminoácidos por ahí que pueden tener efectos beneficiosos como el resveratrol en los humanos”, explica Paul Schimmel.
El té
El masala chai es una bebida típica del sur de la India.
El té es una bebida milenaria y la segunda más consumida en el mundo, después del agua natural, se calcula que cada día se toman entren 1.8 y 2 mil millones de tazas de té. Cuando hablamos de té nos referimos a las variedades que se obtienen de la planta Camellia Sinensis: el té negro, muy oxidado y de sabor fuerte; el verde, cuyas hojas se secan rápidamente tras ser cortadas y esto le aporta un sabor refrescante y el Oolong, con una oxidación no tan fuerte como el negro.
Tanto el té como el café contienen cafeína, sin embargo, la diferencia está en cómo la absorbe el cuerpo: en el té ésta pasa al torrente sanguíneo de manera más lenta que con el café, por lo que su efecto es diferente. Una taza de café tiene alrededor de 135 mg de cafeína, mientras que una de té sólo de 30 a 40 mg.
Una investigación de la Universidad de L'Aquila, en Italia, halló que beber té contrarresta los efectos negativos de la comida grasosa. El estudio realizado con medio millón de personas que bebieron una taza de té negro al día durante un año, mostró que tenían 10.8% menos riesgo de una accidente cerebrovascular.
Beber por lo menos cuatro tazas de té al día reduce en un 20% el riesgo de padecer diabetes, según la Universidad Heinrich- Heine, de Düssel Düsseldorf, Alemania. Según el estudio, el té favorece la ingestión y la absorción de glucosa, además, protege a las células del daño de los radicales libres.
El galato de epigalocatequina (EGCG), un potente antioxidante que se encuentra en el té verde, podría interrumpir de forma decisiva el desarrollo del Alzheimer, según un estudio de la Universidad de Leeds, Reino Unido. El antioxidante actuaría evitando la muerte celular.
Los flavonoides y antioxidantes contenidos en el té tendrían un efecto positivo para las mujeres posmenopáusicas y reducirían el riesgo de fracturas por osteoporosis, según un estudio de la Universidad Tecnológica de Texas. Sugieren que el té aumenta la fuerza ósea y disminuye la inflamación.
Su consumo diario te puede ofrecer una solución de bajo costo para el manejo del estrés. El té contiene un aminoácido llamado L-teanina, cuyo efecto principal es la relajación mental. La sustancia tiene una acción muy rápida y sus efectos pueden sentirse a los 30-40 minutos de tomarlo.
Poet, la primera marca del verano que une vino y té.
Vino y té
¿Y si lo mezclamos todo? Pues que podemos descubrir Poet, el primer vino con té del mundo. Cuenta con tres variedades 100% naturales y cada una mezcla una variedad de uva y los tipos de té más representativos de tres de las culturas más antiguas del planeta: India, Japón e Inglaterra. Asimismo, el nombre de cada vino (Ghazal, Haiku y Soneto) está inspirado por la poesía más representativa de cada lugar. En el caso del té Earl Grey, por ejemplo, es té negro con aceite extraído de la piel de la naranja bergamota.
LAURA MARTIN SAN JUAN
Fuente: As.Com
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