Actualmente, el perfil de Instagram de esta pastelería cuenta con casi 25,000 seguidores que disfrutan de cruasanes veteados de colores y rellenos con una mezcla de materiales sorprendente. Un ejemplo delicioso es el cruasán doblemente horneado de banana split con plátanos enteros caramelizados, caramelo de plátano y una cobertura de merengue.
Es imposible determinar con precisión cuándo comenzó esta tendencia, después de todo, los croissants han existido durante casi dos siglos, pero la tienda de cruasanes de Stephen no es un caso atípico. Más bien, este es un ejemplo único de una creciente obsesión global por los cruasanes y sus variaciones que pueden decirse que se originaron en 2013 con la pionera Frankenpastry, Cronut de Dominique Ansel.
El fundador de Supermoon Bakehouse, educado en la ahora desaparecida panadería de París L'ecureuil, explica que muchos de los sabores nacen de los recuerdos más felices de su infancia y que suele cambiar n cada una o dos semanas. Actualmente, por ejemplo, está jugando con arándanos y cítricos. Stephen no obstante apunta que sus cruasanes los sigue preparando de la manera más tradicional, solo cambia los sabores y sobre todo los colores.
En este sentido, el pastelero de la pastelería Baker Doe, de San Francisco, explica que "la gente hoy en día va más hacia los colores y sabores intrigantes, lo que sea Instagrammable". "Esto es lo que veo de mi experiencia empresarial personal ... a la mayoría de las personas no les importa [simplemente] un simple cruasán de mantequilla, y la mayoría de ellos no han disfrutado de la experiencia precisa que se necesita para crear simplemente ese postre aparentemente simple".
El fundador de Supermoon Bakehouse, educado en la ahora desaparecida panadería de París L'ecureuil, explica que muchos de los sabores nacen de los recuerdos más felices de su infancia y que suele cambiar n cada una o dos semanas. Actualmente, por ejemplo, está jugando con arándanos y cítricos. Stephen no obstante apunta que sus cruasanes los sigue preparando de la manera más tradicional, solo cambia los sabores y sobre todo los colores.
En este sentido, el pastelero de la pastelería Baker Doe, de San Francisco, explica que "la gente hoy en día va más hacia los colores y sabores intrigantes, lo que sea Instagrammable". "Esto es lo que veo de mi experiencia empresarial personal ... a la mayoría de las personas no les importa [simplemente] un simple cruasán de mantequilla, y la mayoría de ellos no han disfrutado de la experiencia precisa que se necesita para crear simplemente ese postre aparentemente simple".
Fuente: El Economista
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