Saber qué clase de chocolate usar para cada plato puede no ser fácil con todos los formatos que hay: en polvo, virutas, pepitas, onzas, pastillas
Usar el chocolate en una receta dulce es un acierto casi asegurado, siempre y cuando se escoja la clase adecuada. Parece que la marca, calidad, el color o variedad que elijamos es lo único importante pero ¡ojo! Escoger el chocolate en un formato para el que no esté preparado puede hacer que no consigamos el resultado esperado.
Debemos tener claro qué chocolate tenemos que usar dependiendo de la receta. [Foto: diariovasco.com]
Si vamos a utilizar el chocolate para una cobertura, relleno o para hacer bombones tendremos que derretirlo (normalmente al baño María). Para hacerlo de forma fácil, se crearon las pastillas de chocolate, listas para poner a fundir sin necesidad de cortar.
Si queremos derretir chocolate lo mejor es usar el formato en pastilla o tableta
Aunque si lo que queremos es tener siempre chocolate a mano porque nos gusta hacer diferentes postres con él, lo mejor es optar por las tabletas de supermercado o pastelería. En muchas ocasiones incluso llevan indicado el peso de cada onza, lo que hará más fácil seguir las recetas.
¿Sabrías usar el chocolate en estos formatos?
Pero no todo va a ser derretir el chocolate. Nos encanta encontrarnos trozos en bizcochos, magdalenas, galletas y otros dulces. Para esta función contamos con dos grandes aliados, las semillas de cacao y las pepitas de chocolate.
Es importante no confundirlas a la hora de usarlas, ya que el sabor es muy diferente. Las semillas de cacao son chocolate puro, por lo que presentan el característico sabor amargo del cacao. Las pepitas de chocolate, por su parte, aunque pueden presentar un alto porcentaje de cacao, son chocolate dulce. Ambas nos vendrán bien si vamos a someter a la preparación a una fuente de calor, como el horno, ya que aguantan en perfectas condiciones altas temperaturas sin deshacerse.
Y si lo que queremos es usar el chocolate para dar un toque final de sabor y a la vez rematar la presentación de nuestra preparación, podemos usar virutas de chocolate o cacao en polvo.
Como en el caso anterior, el sabor de uno y otro es muy diferente, aunque en este caso su aspecto no genera confusión. El cacao en polvo es cacao puro, por lo que normalmente presenta el mismo sabor amargo que las semillas de cacao. En todo caso, se puede encontrar también cacao en polvo más dulce, que suele ser conseguido por el denominado tratamiento holandés, dando como resultado un cacao más suave y oscuro.
En cuanto a las virutas, dan un toque visual único y un sabor dulce y suave. Se puede utilizar en tartas, helados, bizcochos… donde se quiera.
Fuente: Guía Gastronomika - Diario Vasco
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