Tablets, boxes automatizados y gigantes pantallas led conforman la infraestructura esencial de una propuesta gastronómica que Martín Zuker, Guido Stella y Mariano Fernández, sus creadores, bautizaron como Smart Food : Comida nutritiva, saludable y fresca + Local inteligente, con tecnología para vivir una experiencia inolvidable.
“La premisa de Foster es que se puede mejorar la vida de la gente aplicando tecnología en las actividades más cotidianas como ir a comer. Entendemos que en esa experiencia el consumidor, entre otros problemas, pierde mucho tiempo en pedir, y a veces los platos vienen mal. La idea en Foster es hacer más eficientes todos los procesos, y así tener más tiempo para uno”, le cuenta a Palabras Martín Zuker.
Bajo esa premisa en Foster uno puede cubrir la totalidad de la experiencia de consumo sin interactuar con personas, ya que el pedido, el pago y el expendio de la comida se hacen de manera autónoma. “Una aplicación propia en la nube gestiona los pedidos y pagos que se realizan desde las tablets; envía esta información al sector de producción y asiste en el armado de los platos. Luego controla y ordena la cola de pedidos para luego seleccionar y accionar los boxes de autoservicio correspondientes para retirarlo”, explica Zuker.
La fuerte impronta tecnológica no es para los fundadores sinónimo de destrucción de puestos de trabajo, y en esa línea, luego de explicar el funcionamiento “sin intermediarios” del local, el emprendedor aclara: “Aquí trabaja tanta gente como en cualquier otro local gastronómico, tal vez algunos roles son diferentes, porque a los habituales del mundo de la gastronomía, como cocineros, ayudantes, personal de limpieza, etc. le sumamos ingenieros informáticos, especialistas en infraestructura, ingenieros electromecánicos y diseñadores”.
Junto a ese punto, para los fundadores cuidar la calidad de la oferta gastronómica es un elemento central. “En estos dos meses mucha gente vino por la novedad de la tecnología y volvió por la calidad de la comida, y ese es nuestro ideal, que la tecnología termine por ser transparente, y que la gente nos elija porque puede comer rico, rápido y en un hermoso lugar”, enfatiza Zuker.
En esa búsqueda, hoy el menú de Foster, que funciona de lunes a viernes entre las 10 y las 18 hs, incluye una interesante variedad de ensaladas, wraps, sopas, jugos de verdura, aguas de fruta, pastelería y cafetería; opciones a las que recientemente se agregaron guiso de lentejas, y polenta con ragú. “Sea cual sea la opción elegida, entre el pedido y el expendio se tarda un promedio de 3 minutos”, destaca el propietario.
Actualmente, según cálculos del emprendedor, unas 200 personas pasan por Foster cada día, y en general quienes lo eligen tienen entre 30 y 40 años, algo que confiesa los sorprendió ya que estimaban que el target objetivo estaba en personas de 18 a 35 años. “También vienen muchísimas personas mayores, a las que les encanta la novedad, y si bien siempre hay personal para asistir ante cualquier duda, al igual que pasa en los cajeros, los clientes suelen ayudarse entre ellos”.
Para el futuro cercano, además de “sostener y cuidar el espacio”, los propietarios de Foster sumarán la posibilidad de que la gente arme su propio bowl, con los productos que más le gusten, y lanzarán una aplicación para que se puedan gestionar los pedidos de manera remota, “la idea es seguir trabajando para simplificar el proceso de punta a punta y brindarle a la gente una alimentación sana y de calidad”, concluye Zuker.
Foster se puede visitar de lunes a viernes de 10 a 18 hs en Tucumán 422, Ciudad de Buenos Aires
Fuente: palabras.com.ar
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