El Gourmet Urbano: Café con hielo: los 6 errores que cometes cuando lo pides en el bar

martes, 14 de agosto de 2018

Café con hielo: los 6 errores que cometes cuando lo pides en el bar

Pedirlo largo o no pedir el hielo aparte puede “aguarte” el café
Con este calor apetece poco meterse en el cuerpo un espresso ardiendo de buena mañana y, para tratar de enfriarlo, parece que la mejor solución sea añadirle hielo. Pero depende de cómo y dónde lo pidas, el café con hielo puede convertirse en un auténtico despropósito: en muchos bares de España es sinónimo de “aguado” y la culpa no siempre es del barista, sino nuestra que no sabemos pedirlo como se debe.

Café

“Es un tema cultural, mucha gente tiene un concepto erróneo de lo que es un café con hielo y de cómo se debe tomar”, explica Pere Montserrat, barista y propietario de Cafè Arrels, en Barcelona, quien además lleva más de quince años formando a los baristas de Bou Café y tiene una empresa, Baristas Barcelona, dedicada al servicio de café profesional para eventos y congresos. En el siguiente listado encontrarás los errores más habituales que solemos cometer.

1. Pedirlo largo


Con el café somos hombres de costumbres y, normalmente, si nos gusta pedirlo largo en verano no solemos cambiar de idea. Pero añadirle hielo al café largo es “el error de los errores”, nos explica el barista Kim Ossenblok, autor del libro ¡Al grano! (recientemente reeditado por la editorial Oberon), porque automáticamente nos quedará aguado. “El largo ya contiene mucha agua de por sí”,argumenta este barista, quien además dice que el hielo acentúa los sabores amargos del café. Y ya se sabe: cuánto más largo, más amargo porque los aromas del café se concentran menos y porque contiene más cafeina.

La solución, dice Ossenblok, es “pedir un espresso doble con hielo”. “Exactamente el espresso debe medir 30 ml”, añade Montserrat.

2. No pedir el hielo aparte




Basta que no lo pidas para que te lo sirvan así: directamente en el vaso con uno o dos cubitos de hielo. ¿Y qué suele suceder? Que desde que el barista lo prepara hasta que llega a tu mesa pasa un rato y el café se empieza aguar.

“Lo mejor es pedir el café separado del hielo, en dos vasitos, porque el café tarda muy poco en enfriarse una vez se añade el hielo”, dice Ossenblok. Con esta simple petición nos aseguraremos de que cuando lo vayamos a tomar esté perfecto.

3. No pedir un vaso pequeño


Según el barista de Cafè Arrels, el café con hielo no debe tomarse “ni en vasos grandes, ni con hielos grandes de esos de piedra”. El vaso adecuado vendría a medir unos 150 ml, “más o menos el tamaño de una taza de café con leche”.

Dichas medidas tienen su explicación porque, antes de servirlo, el hielo debería ocupar tres partes de la taza, y como apunta Montserrat, no puede emplearse cualquier hielo, “el pilé o picado es el más adecuado, porque el café se mezcla instantáneamente y queda perfectamente enfriado. Ni pierde aroma, ni matices, simplemente cambia de temperatura”.

4. Poner el azúcar dentro del hielo





Este, más que del barista o de nuestras peticiones, es uno de los errores clásicos entre los amantes del azúcar, quienes en vez de volcar la bolsita o el terrón dentro del café caliente se aventuran a hacerlo cuando ya está enfriando en el hielo. “El azúcar se disuelve peor en un líquido frío”, explica Ossenblok, añadiendo que “si el café con hielo es bueno y de especialidad, ni siquiera necesitará azúcar ya que el sabor dulce combinará con sus notas frutales”.

5. Pedir un tipo de café demasiado tostado


La tipología del café que elegimos para mezclarlo con hielo también puede arruinarnos la mañana (o la sobremesa). Y es que, los cafés muy tostados no casan bien con el hielo. “Si el tueste es demasiado oscuro va a saber a quemado”, dice Ossenblok. Por eso, este barista recomienda pedir cafés con tueste claro para mezclarlos con el hielo, ya que “saben más a caramelo y son bastante más agradables”.

6. No pedir una cañita para beberlo





Dice Montserrat que el café con hielo se debe beber con una cañita pequeña (así lo sirve él en su cafetería) y, pesándolo bien, tiene toda la razón. ¿O nunca te ha pasado que te has manchado al derramarse el café en el momento que el hielo roza tus labios?

YAIZA SAIZ

Fuente: La Vanguardia

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