Lo primero que llama la atención de un buen café es su aroma. Esta es la característica principal y lo que todo consumidor busca.
¿Sabías qué el nombre original del café es Qahwah y nace del término de Yemen que usa para denominar al vino? En Turquía se le conoce como Kahveh, y en Holanda Koffie. De aquí nace el nombre en inglés: Coffee y en español: Café.
El café es una bebida aromática muy consumida en todo el mundo. Pero el conocimiento que hay alrededor de este producto es muy escaso o simplemente se sabe lo esencial.
El café es uno de los productos que más popularidad posee en el planeta, se obtiene de una semilla de arbusto que se le conoce como Cafeto. Su semilla se tuesta y muele, para convertirse en polvo. Esto es lo que colocamos en los filtros para infusionar el agua y obtener la bebida.
El café por lo general se consume caliente, pero gracias a las innovaciones y adaptaciones que recibe en el mundo, se puede beber de diferentes formas.
Para que crezca un café de calidad, es necesario un clima estable, en donde la humedad y la calidez predominen.
Dentro del café hay una sustancia que se conoce como cafeína. Esta es su característica principal. Es ideal para estimular la fatiga y la somnolencia. Además de eso, dota al cuerpo de bienestar y euforia.
Características del café
El café es el segundo producto con mayores niveles de comercialización en el mundo. De acuerdo con la Fairtrade Foundation, más de 125 millones de personas alrededor del mundo dependen del café para su bienestar diario, con alrededor de 25 millones de fincas produciendo el 80% del café del mundo.
Lo primero que llama la atención de un buen café es su aroma. Esta es la característica principal y lo que todo consumidor busca. Su aspecto físico o en taza sería el segundo elemento en considerar y, por último, su sabor.
Dentro de los sabores del café tenemos: dulce, afrutado, ácido, pronunciado, propio del café y alto. En el caso del cuerpo de la bebida, se refiere a los sabores y su persistencia en la boca y garganta.
En este punto se busca un cuerpo moderado, balanceado o completo. Con respecto a la acidez del café, es su carta de presentación. Este elemento puede ser seco o claro. Si se siente desagradable el sabor, estaremos en presencia de un producto vinoso, picante, acre o agrio.
Su impresión en general, hace referencia a la calidad, en donde hay dos vertientes: se acepta o no se acepta. Para que tenga buena impresión. El café debe tener: aroma, sabor, acidez y cuerpo agradable.
En el caso de la semilla, sus características varían en función a su clasificación. Entran en juego el tipo de planta, origen geográfico, condición del grano y el tiempo de tostado. Dependiendo del lugar de donde provenga el cultivo del café, toda su composición varía. En ese sentido, en el mundo encontramos mayoritariamente dos tipos de semillas o plantas de cafeto: Arábica y Robusta.
Dividiendo ambos grupos y mirando el consumo mundial, el café Arábica, cuenta con una cuota del 70%. El Robusta, menos popular y bastante discriminado por ser más amargo y poseer el doble de cafeína, el 30% restante.
¿Qué más podemos decir del café?
El mundo del café es maravilloso, debido a la gran cantidad de información que hay sobre este producto y pocos saben.
Por ejemplo: ¿sabías que el café fue un alimento? Las bayas de café llegaron a mezclarse con una grasa que dio como resultado una bebida rica en energía. También eran consumidos como un vino elaborado a partir de las bayas del café.
Además de eso, el café es considerado una fruta y esto es verdad. Tal y como se conoce este producto, son bayas, muy similares en aspecto a una cereza. Estas se cultivan en arbustos.
Otra particularidad de este maravilloso producto es su poderío letal. Claro está, puede llegar a ser mortal si la dosis de consumo es igual o mayor a 70 tazas en un día. Pero tranquilo, ¡no te cabe tanto líquido en el estómago!
En el caso contrario y según la US National Library of Medicine / National Institutes of Health, su consumo moderado ayuda a prevenir el desarrollo del Alzheimer. De acuerdo a las investigaciones, se ha descubierto la vinculación entre el consumir café y reducir el padecimiento de esta enfermedad.
Dentro de estos estudios, esta vez de mano del Harvard Gazette, también se pudo conocer otras características. Las personas que consumen más café, tienen efectos positivos sobre la diabetes tipo 2 y el mal de Parkinson. Además, posee efectos en pro a proteger a la mujer del cáncer de piel.
¿Cómo tomas tú el café?
En el mundo, el café tiene varias modalidades de ser tomado. Desde el más común hasta lo más extravagante. Se dice que su temperatura puede mantener elevada cuando se le agrega nata o espuma de leche, que actúa como “techo” protector.
Cuando le agregas leche, el efecto de la cafeína se debilita. Esto quiere decir que nuestro cuerpo absorbe más lento el producto cuando tiene leche grasa. También el efecto estimulante se disminuye.
Cuando pides un café espresso en Italia apuestas por la rapidez. Esto se refiere a la forma cómo es elaborado el producto. En este punto el agua hirviendo genera presión sobre el café molido y tenemos una bebida concentrada y pura.
Un último aprendizaje cafetero
El poder del café es tan grande que con solo olerlo te puede generar un rápido y efectivo despertar. Un grupo de científicos realizó pruebas y descubrió este maravilloso efecto sobre los amantes de las sábanas. Con solo percibir su olor, en el cerebro ocurren una serie de procesos que ayudan a despertar.
Estos procesos reducen los estímulos del sueño, haciendo que te levantes. De ahí al tomar la taza, ocurre otro proceso mayor, tu sangre se llena de cafeína rápidamente y ahí es cuando ya empezamos a notar los efectos.
Fuente: Cocinillas - El Español
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