“Muchos de los panes que nos parecen integrales, o incluso nos venden como tales, realmente no lo son. Se trata de elaboraciones a partir de harina blanca refinada a la que se le añade un porcentaje de salvado, en torno al uno por ciento, para darle aspecto de integral”.
Foto Levadura Madre
Es la opinión del panadero artesano Moncho López, de las panaderías Levaduramadre quien, para evitar confusiones al consumidor, ha querido explicar algunas de las características que permiten distinguir qué panes son de verdad de trigo integral, cuáles de grano entero y cuáles son simplemente mezclas a partir de harinas refinadas.
Ventajas nutricionales del pan integral
Las ventajas nutricionales de las harinas integrales están demostradas desde hace muchos años y, de hecho, se han convertido en una de las recomendaciones presentes en prácticamente cualquier tipo de dieta. Incluir productos de harina integral en nuestra alimentación, ya sean panes o pastas, es una de las recomendaciones dietéticas más en boga desde hace más de una década, de ahí que el consumo de este tipo de productos se dispare año tras año.
Por ello, en el mercado podemos encontrar una gran variedad de productos de este tipo: desde panes integrales, multicereales o germinados hasta los elaborados a partir de harinas de grano completo. Pero, ¿son todos igualmente sanos? ¿en qué se parecen? ¿cuáles son los más recomendables y por qué?
Según Moncho López, “un pan de trigo integral es, aunque parezca una obviedad, el que se elabora a partir de harina de trigo integral, aunque generalmente estos panes se consiguen mezclando harina blanca, salvado y germen en las mismas proporciones que están en el grano. A esta mezcla sí se la considera como integral. El llamado pan multicereal, sin embargo, tiene poco que ver con esto, ya que se trata de un preparado que, como su nombre indica, está elaborado con semillas de diferentes cereales, pero esto no garantiza necesariamente que los panes sean integrales, pueden ser harinas refinadas procedentes de varios tipos de cereal o incluso pueden mezclarse harinas blancas e integrales. Por ello, estos productos no tienen por qué ser más sanos que un pan de trigo tradicional preparado con harina refinada”.
“El más natural es el de grano completo”, asegura el panadero, explicando que un grano de trigo tiene tres partes: endospermo, el salvado y el germen. El endospermo, que es lo que mucha gente conoce como grano, es el contiene los carbohidratos; el salvado es la parte que protege al endospermo y la que contiene la fibra; y por último el germen que contiene vitaminas del grupo B y minerales. Normalmente, los fabricantes de harinas eliminan el germen, ya que al ser una parte viva es la que antes se estropea y, al echarse a perder, enranciaría todo el lote. Sin embargo, para poder considerar a un pan como de grano entero es necesario que la harina con la que se prepara se obtenga moliendo el grano completo. Esto supone que la harina se muela prácticamente al momento de ser utilizada, para que no se estropee”.
Fuente: Diario de Gastronomía
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