Interviene en la regulación de la concentración plasmática de lípidos y lipoproteínas e interviene en algunos procesos de la fisiología celular, por ejemplo, en la síntesis de hormonas esteroideas y de sales biliares.
Mientras crecemos, su consumo es importante para mantenernos sanos. Hay que decir que no sería saludable llevar una alimentación sin ningún tipo de grasa, pero definitivamente hay un tipo de grasa que es dañina y por eso hay que saber diferenciar las “grasas malas” de las buenas.
Escoger con mayor frecuencia grasas saludables de origen vegetal en lugar de grasas menos saludables de origen animal, le ayudará a disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cerebro-cardiovasculares // 123RF
Grasas Trans:
Los ácidos transgrasos son grasas perjudiciales que se forman cuando el aceite vegetal se endurece en un proceso llamado hidrogenación que es utilizado para conservar alimentos frescos por mucho tiempo o preparaciones en algunos restaurantes.
Estas grasas están en alimentos congelados precocinados como:
- Papitas y galletas.
- Pizzas, hamburguesas.
- Fritos, empanados.
- Helados.
- Tartas, pasteles
Grasa saturada:
Las grasas saturadas aumentan los niveles de colesterol LDL y con ello elevan el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Por tanto, su consumo no debe superar el 10% de las calorías totales.
Los alimentos que tienen estas grasas son entre otros, la carne de vaca, cerdo o pollo, los huevos, el chocolate, la mantequilla, la manteca de cerdo, los lácteos enteros (leche, yogures, quesos…) y el aceite de coco y palma.
Grasa insaturada
A temperatura ambiente, estas grasas suelen estar en estado líquido.
Son llamadas grasas buenas porque ayudan a disminuir los niveles de colesterol. LDL y a aumentar el colesterol HDL.
- Protegen el corazón y las arterias.
- Reducen las molestias en personas que sufren artritis.
- Ayudan al funcionamiento del sistema nervioso central.
Están en alimentos como semillas, cereales, pescados y mariscos.
Otros alimentos y aceites con grasas buenas que puedes incluir en tu alimentación son:
· Nueces.
· Semillas de girasol.
· Las semillas o el aceite de linaza.
· Pescados como el salmón, la caballa, el arenque, el atún blanco y la trucha.
· Aceite de maíz.
· Aceite de soja (soya)
· Aceite de cártamo.
· Nueces.
· Semillas de girasol.
· Las semillas o el aceite de linaza.
· Pescados como el salmón, la caballa, el arenque, el atún blanco y la trucha.
· Aceite de maíz.
· Aceite de soja (soya)
· Aceite de cártamo.
¿Cómo ayudo a mi cuerpo?
“Escoger con mayor frecuencia grasas saludables de origen vegetal en lugar de grasas menos saludables de origen animal, le ayudará a disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cerebro-cardiovasculares. Si se tiene un consumo elevado de grasas malas, empezará a notar un aumento de los depósitos de grasa en el cuerpo y elevación de las grasas sanguíneas malas en la sangre”, comentó el doctor Alejandro Sarmiento, de Bodytech, quien además recomienda 3 ejercicios para bajar la “grasa mala”.
- El programa de ejercicio debe ser mixto, es decir, debe realizar ejercicio cardiovascular por lo menos 150 minutos a la semana, con intensidad moderada y fraccionada entre 3 a 5 días.
- Intente incluir en esta rutina, intervalos mayores a 10 a 25 minutos de intensidad vigorosa por lo menos 3 veces por semana.
- Realice trabajo de fuerza 2 o 3 veces por semana que involucre grupos musculares grandes, con un método de entrenamiento en circuito, con cargas leves a moderadas y tiempo de descanso muy corto entre series para tonificar.
IVIS MARTÍNEZ PIMIENTA
Fuente: El Universal
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