INGREDIENTES
- 1 cebolla grande
- 1 taza de harina
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 1/4 de taza de maicena
- Sal y pimienta al gusto
- 1 yema
- 1 taza de leche
- Aceite
- En primer lugar, pela la cebolla y luego córtala de forma transversal, siguiendo su contorno, de manera que obtengas aros finos. El portal de la conocida Martha Stewart recomienda que estos tengan unos 0.6 cm. de espesor.
- Una vez cortados, pon los aros en un recipiente de agua fría. Deja que reposen allí durante unos 15 minutos. Esto permitirá que la cebolla quede tierna.
- Por otro lado, en un bol mediano vierte la harina, el polvo de hornear y la sal, según explica el portal de la revista “Cocina y Vino”. Separa la mezcla. En otro recipiente mezcla la yema con la leche, revolviendo de forma envolvente. Luego, junta ambas preparaciones hasta formar una especie de crema.
- En una sartén, calienta el aceite. Procura que este cubra aproximadamente un tercio del espesor de la sartén, según recomienda el portal de Good Food, de la BBC.
- Escurre y seca los aros de cebolla. Luego, sumérgelos uno por uno en la mezcla y fríelos por uno 3 o 4 minutos, hasta que queden de un color entre dorado y marrón. Finalmente, ponlos en papel toalla para que se escurra el exceso de aceite. Sírvelos calientes.
Fuente: El Comercio
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