Conoce a fondo las nuevas corrientes en la enología y descubre qué vinos comprar.
Sabemos que el mundo del vino es muy difícil por sí solo, si a eso le agregas los nuevos términos de moda como biodinámico, natural y orgánico, la cosa se complica muchísimo. Para facilitarte la vida, no sólo te explicamos en qué consiste en cada uno, también te damos recomendaciones de vinos mexicanos para que pruebes cada estilo.
Orgánico
La certificación orgánica es muy difícil de obtener ya que hay varias asociaciones con distintas reglas, por lo que no hay un común denominador. Por si fuera poco, las reglamentaciones son muy distintas entre América y Europa, por lo que es cuento de nunca acabar. En general se trata de no utilizar químicos a la hora de sembrar, cosechar y producir vino (no pesticidas, no fertilizantes químicos, no herbicidas y no añadir químicos al vino a la hora de producirlos).
Biodinámico
Más que una forma de producción, es una filosofía. Todo comenzó cuando Rudolf Steiner publicó unos textos en el que decía que la agricultura debería entenderse como un ecosistema autónomo en el que todos los organismos están interconectados. Por ello no deben intervenir químicos ya que no son parte del ecosistema pero a diferencia de la agricultura orgánica, esta filosofía también depende de las fuerzas del cosmos. De esta manera, las fases de la luna son parte importante de los ciclos de siembra y cosecha.
Natural
No tiene definición, pues no hay un organismo regulador a nivel mundial que ponga las bases, pero la mayoría de productores concuerda en lo siguiente: se trata de volver a la forma en la que se hacía vino muchos siglos atrás. Es decir, para su producción no se añaden elementos ni se eliminan, tampoco contiene químicos, sulfitos, las barricas no se modifican, no se agrega levadura de cultivo (sólo las naturales que hay en el ambiente). En términos sencillos, son vinos que no tienen manipulación y por lo pronto, están más vivos.
Issa.plancarte
Fuente: Elle
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