El Gourmet Urbano: #RON #COCKTAILS | Cómo preparar la caipiriña perfecta

viernes, 27 de septiembre de 2019

#RON #COCKTAILS | Cómo preparar la caipiriña perfecta

  • La caipiriña, el cóctel nacional de Brasil, es la mejor opción para los que prefieren combinados veraniegos más contundentes y con más personalidad, sin perder carácter cítrico.
  • Te enseñamos todo lo que tienes que saber para prepararla a la perfección.

Quizá no sea tan popular como el mojito o el margarita, pero la caipirinha (o caipiriña) es una opción nada desdeñable para hacer frente a los cálidos meses de verano. Es, como la mayoría gente sabe, el cóctel nacional de Brasil y, como ocurre con gran parte de los combinados más populares del mundo, su origen no está claro y son muchos los que se atribuyen su autoría.

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Hay una versión extendida que defiende que se empezó a hacer en Portugal en 1918, concretamente en la región de Alentejo, como remedio para combatir la gripe española. La receta sin embargo era algo distinta, ya que se elaboraba con miel, ajo y limón. Con el tiempo se fue añadiendo aguardiente y lima, y voilà.

La versión oficial brasileña es que la caipiriña data de finales del siglo XIX y que fue creada por los terratenientes de Sao Paulo para poder beber licor destilado de la caña de azúcar como sustituto del vino y el whisky, más caros y más difíciles de conseguir.

Porque sí, la base de este cóctel era y es un licor que se obtiene como producto de la destilación de la caña de azúcar, pero no es el ron: la cachaça (o cachaza). Aunque provenga de la misma familia, la cachaça es menos dulce y tiene un sabor más seco y más marcado a aguardiente que el ron. Esto se debe a que, mientras el segundo se obtiene de las melazas una vez que el azúcar ha cristalizado, la primera es producto del jugo de la caña antes de cristalizar.

Al igual que el ron, la cachaça varía su calidad dependiendo del grado de envejecimiento. Está por un lado la blanca (‘branca’ en portugués), que se embotella prácticamente después de la destilación; y luego la añejada, denominada ‘amarela’ (amarilla) u ‘ouro’ (oro) por el color que obtiene, y que se suele envejecer hasta 3 años, aunque en algunos casos puntuales se deja en barrica hasta 15. Esta segunda variante está más pensada para tomar sola o con hielo que para mezclar, por lo que para hacer una caipiriña mejor que optes por una blanca, que además te será más fácil de encontrar en España.


La más común se llama Cachaça 51, que es la más vendida en Brasil, y no vas a tener problemas para encontrarla en grandes superficies por unos 11 euros el litro. Luego los otros ingredientes son aún más sencillos de hallar: limas, azúcar (si es moreno, mejor) y hielo.

La caipiriña es de esos cócteles que absolutamente todo el mundo puede hacer, sólo hay que tener un poco de cuidado en la preparación para que te salga perfecta:

1er paso:
Cortar las limas. Puedes utilizar entre 1 y 3, dependiendo del grado de acidez que prefieras. Córtalas primero por la mitad y retira la parte blanca que verás en el centro, que puede amargar el zumo. Luego corta las mitades en cuartos o incluso en trozos más pequeños si prefieres, pero no hace falta que les quites la cáscara.


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2º paso: Introduce las limas en un vaso corto (uno de Old Fashioned es perfecto) y echa también dos cucharadas de azúcar.

3er paso: Machaca las limas y el azúcar. Mejor que lo hagas con un muddler o mortero para coctelería (como este, que tiene el mango de goma para facilitar su uso y te servirá para realizar cualquier tipo de cóctel). Aunque el mortero es preferible, si no tienes uno, hazlo con lo que tengas más a mano. Si puedes, concéntrate en machacar las limas por la pulpa en lugar de por la cáscara, para que suelten más zumo y además no amarguen la mezcla. Sigue con la tarea hasta que veas bastante jugo en el fondo del vaso y el azúcar quede lo más disuelto posible.

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4º paso:
Añade la cachaça. Lo puedes hacer a ojo, pero la medida estándar tiende a ser 50 ml aproximadamente. Tienes que tener en cuenta que este es un licor de 40 grados y que en una caipiriña no se mezcla más con el zumo de la lima, de ahí que se sirva en vaso corto (y no es recomendable que te tomes más de una a menos de que tengas bastante aguante). Si no te gusta el sabor de la cachaça, sustitúyela por vodka y estarás haciendo una caipiroska.

5º paso: Introduce el hielo. Lo puedes machacar antes si quieres, pero en cualquier caso intenta rellenar por completo el vaso. Remueve y ya tienes la caipiriña lista para tomar. ¡Salud!

Juan Claudio Matossian

Fuente: GQ

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