Un estudio confirma que el color, la textura y el material utilizados para una taza tienen un impacto distinto en el sabor percibido por los consumidores.
El café, presente en cualquier rincón del mundo, supone un hábito más establecido en el día a día. Tal es su impacto en la sociedad que, basta con salir a la calle para darse cuenta de la cantidad de máquinas de café que ofrecen esta bebida en cualquier momento y en cualquier lugar.
Esta tendencia también se ha visto reflejada en la ciencia; no han dejado de crearse investigaciones en torno a esta bebida tan afamada: propiedades, beneficios para la salud, nuevas creaciones han sido hasta ahora el objeto de estudio.
Sin embargo, están surgiendo nuevos análisis en torno a otras características; atendemos a investigaciones multisensoriales sobre la percepción del sabor. En este sentido, Charles Spence, investigador del departamento de Psicología Experimental de Oxford, en su estudio 'Evaluando la influencia de la taza de café en la experiencia de degustación multisensorial', evidencia que factores como el color, la forma, el peso y otras propiedades de la taza o el vaso utilizados para beber café influyen en el sabor de este al consumidor. Por ejemplo, si utilizamos un vaso rosa, genera notas de dulzura en el café; al contrario del color verde, que le otorga un “sabor” más ácido o amargo.
Por otra parte, con el tiempo, las personas desarrollan un gusto personal, en el que la taza o el vaso de café se convierte en un punto clave en el camino de esa búsqueda subjetiva del café perfecto. Entonces, ¿qué pasa con los materiales de los que bebemos nuestro café?
Si hablamos de tazas cerámicas, debemos tener en cuenta que, por sus propias características, mantienen el café caliente durante más tiempo (aunque no tanto como el cristal). En cuanto al color, usualmente blancas, también otorga percepciones al consumidor: un contraste que genera la sensación de un café más intenso.
Por su parte, el cristal hará que la atención recaiga en la espuma del café y en la perfección de esta, sobre todo si nos referimos a un capuccino, en el que la calidad de la crema es un factor más que importante. Decíamos antes que la cerámica no consigue mantener el calor tanto tiempo como el cristal, y es cierto: la baja conductividad térmica del material evita que el calor del café se pierda instantáneamente.
Vasos: plástico vs papel
A nuestra mente se nos viene el típico vaso utilizado en ambientes de oficina y, en general, en zonas que cuentan con máquinas automáticas (córners, OCS…), o para el take away. Sabemos que, a día de hoy, existen muchas alternativas de materiales para crear vasos para café, sobre todo por las normativas surgidas en materia de plástico de un solo uso.
Así, según el estudio, un vaso de café de plástico absorbe los olores con el tiempo, lo que puede interferir en el sabor. Teniendo en cuenta que esta bebida es una de las pocas en las que el olfato ortonasal (el sentido olfativo externo, que tiene lugar al inhalar) es más agradable que el retronasal (el sentido interno, producido al exhalar). Frente a esto, Spence se pregunta por qué las tapas que se incluyen en el café para llevar se hacen a partir de plástico si estas pueden provocar que no podamos disfrutar del aroma del café (olfato ortonasal).
En el otro lado, encontramos los vasos fabricados a base de papel, aunque se recubren generalmente de plástico para evitar que se filtre el líquido. Con este material atendemos a otra tendencia, y es la de utilizar colores marrones, cálidos, más asociados a lo natural y a las tendencias ecológicas, que influirá en última instancia a la percepción del propio café.
Importancia del entorno
“Está claro que la experiencia de tomar café, tanto lo que elegimos beber como lo que pensamos sobre la experiencia, está influenciada por una serie de factores extrínsecos al producto, -expone Spence- Estos incluyen todo, desde cualquier información que se proporcione sobre la bebida de café en sí hasta las propiedades sensoriales del recipiente en el que se sirve".
A medida que un número creciente de baristas y dueños de cafeterías se dan cuenta de la profunda influencia que la propia atmósfera tiene en la experiencia del consumo de café, parece probable que en el futuro, habrá un mayor interés en tratar de optimizar, así como personalizar, la experiencia del cliente. El enfoque científico para mejorar ese entorno, se basa en investigaciones anteriores que aplican un enfoque científico para hacer de tu taza de café, la opción perfecta.
Fuente: Hostelvending
No hay comentarios. :
Publicar un comentario