Las botellas de vidrio mantienen la cerveza fresca durante más tiempo. Sin embargo si la cerveza se deja al sol de forma prolongada ésta empieza a oler como las mofetas, literalmente. Esto es debido a que los rayos ultravioleta descomponen los ácidos alfa del lúpulo que reaccionan con el azufre presente en la cerveza y forman un compuesto químico que es casi idéntico al ácido que utilizan las mofetas como defensa.
La solución fue teñir las botellas de vidrio para proteger la cerveza de los rayos ultravioleta; de modo que el habitual color marrón de las botellas de cervezas ayuda a conservar la cerveza durante más tiempo, de forma parecida a como las gafas de sol protegen la vista.
La escasez de vidrio marrón hacia la Segunda Guerra Mundial hizo que algunos fabricantes europeos cambiaran el vidrio marrón por el vidrio verde con tal de evitar el vidrio transparente — sin embargo el vidrio verde no es tan efectivo como lo es el marrón bloqueando el paso de los rayos ultravioleta.
Actualmente da un poco igual el color de la botella porque existen recubrimientos que bloquean los rayos ultravioleta independientemente del color del vidrio — sea el utilizado en botellas de cerveza o en ventanas de coche o en gafas de sol, por ejemplo.
De modo que algunos fabricantes han podido mantener el color verde que tuvieron que adoptar hace años para sus botellas como seña de identidad — sin que suponga una menor protección para la cerveza. En cualquier caso la mejor forma de guardar la cerveza es en un lugar fresco y oscuro, como la nevera.
En Mental Floss —que es vía— 11 Common Misconceptions About Beer, que explica sobre lo “incorrecto” de beber la cerveza directamente del botellín o de la lata, porque se elimina el sentido del olfato de la ecuación; o beberla demasiado fría o servida en jarra helada, porque reduce la capacidad de saborearla.
Fotografía: Beers from around Europe (cc) Ryan Neufeld
NACHO PALOU
Fuente: Microsiervos
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