Investigadores italianos y españoles confirman en la 13º Conferencia Europea de Nutrición, que se está celebrando en Dublín, que su ingesta moderada (de 3 a 5 tazas al día) reduce el riesgo de síndrome metabólico en hombres y mujeres
Por su sabor, por su aroma y porque nos ‘despeja’… El café se ha convertido, por detrás del agua, en la segunda bebida natural más consumida en el mundo. En los últimos 35 años, su ingesta ha aumentado en un 35% llegando a casi 10.000 millones de kilos al año. Según Mundo del Café, de media una persona conume 1,3 kilos de café en 365 días.
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España supera por una posición a EEUU, en lo que respecta a su ingesta anual por persona. Concretamente, está en el puesto 19 del ranking mundial, con 4,5 kilos al año. En nuestro país, más de 22 millones de personas (un 63% de españoles mayores de 15 años) toman como mínimo una taza de café al día, una media que sube entre semana a 3,6 cafés diarios.
"El 31% de la población adulta española padece síndrome metabólico"
Un dato que no puede ser más positivo si se tienen en cuenta ahora los resultados de un nuevo informe europeo, que incluye datos de una investigación española, que constata que su ingesta reduce el riesgo de síndrome metabólico (SM).
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) advierte de que el 31% de la población adulta española padece síndrome metabólico (SM), una agrupación no casual de diferentes factores de riesgo o alteraciones (hipertensión, glucosa y triglicéridos elevados, colesterol 'bueno' bajo y exceso de grasa alrededor de la cintura), que aumenta la probabilidad de padecer diabetes o enfermedad cardiovascular asociada.
El ADN del café
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Según el artículo ‘Algunas verdades del café’, de la 'Revista Chilena de Nutrición', este está compuesto por más de “1.000 substancias químicas distintas, incluyendo aminoácidos y otros compuestos nitrogenados, polisacáridos, azúcares, triglicéridos, ácido linoleico, diterpenos (cafestol y kahweol), ácidos volátiles (fórmico y acético) y no volátiles (láctico, tartárico, pirúvico, cítrico), compuestos fenólicos (ácido clorogénico, un potente antioxidante), cafeína, sustancias volátiles (sobre 800 identificadas, de las cuales 60-80 contribuyen al aroma del café), vitaminas y minerales”.
Y gracias a ellos aporta innumerables beneficios para la salud: protege de la diabetes tipo 2, de los cálculos biliares, de la demencia y el alzhéimer, de ciertos tipos de cáncer y cuida del hígado, además de quemar grasas. E incluso ‘prolonga’ la vida: un estudio llevado a cabo durante 16 años de seguimiento en diez países europeos constató que su consumo reduce el riesgo de mortalidad por varias causas, tal y como recoge la revista 'Annals of Internal Medicine'.
En este sentido, un trabajo español del CIBEROBN (Centro de Investigación Biomédica en Red. Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición), adscrito al grupo de Medicina Preventiva en la Universidad de Navarra, encontró una mayor longevidad asociada al consumo de café tras estudiar a un total de 20.000 voluntarios, graduados universitarios de toda España, durante una media de 10 años. El estudio constató que, a igual edad y muchos otros factores relevantes, consumir café habitualmente se asociaba significativamente a una menor mortalidad.
En cuanto a los antecedentes de bibliografía científica sobre su papel protector en el síndrome metabólico, un trabajo del 'European Journal of Nutrition', llevado a cabo con 8.821 adultos en Polonia, demostró que los que más consumían café y té (tres o más tazas diarias) tenían menos riesgo de sufrir este trastorno, así como una mejor medida de la cintura y mejores valores de hipertensión y triglicéridos.
La revisión
Ha sido el propio autor de esta investigación, Giuseppe Grosso, de la Universidad de Catania (Italia), junto con Estefanía Toledo, de la Universidad de Navarra e investigadora en el CIBEROBN, los que han presentado el informe 'Café y síndrome metabólico: una revisión de las últimas investigaciones’ durante la 13º Conferencia Europea de Nutrición, organizada por la Federación de Sociedades Europeas de Nutrición (FENS) esta semana en Dublín, Irlanda.
Durante el simposio, el profesor Grosso revisó su propia investigación científica sobre la asociación entre el consumo de café y el SM en cohortes polacas e italianas y exploró las posibles perspectivas mecanicistas detrás de la asociación inversa.
Sus indagaciones sugieren que los polifenoles contenidos en el café pueden estar involucrados en la asociación inversa, específicamente los ácidos fenólicos y los flavonoides. También hizo un repaso a los estudios que sugieren que su consumo moderado se asocia con una reducción de las enfermedades cardiovasculares, cáncer, mortalidad por todas las causas y diabetes tipo 2.
La profesora Estefanía Toledo revisó los metanálisis considerando las asociaciones entre el consumo de café y el SM, y discutió acerca del trabajo sobre la población española. Su investigación en la cohorte SUN (Universidad de Seguimiento de Navarra) involucró a 22.000 personas y consideró específicamente el café con cafeína y descafeinado. El estudio concluyó que el consumo moderado de café (1-4 tazas por día) se asoció con un menor riesgo del síndrome, cosa que no sucedía con ingestas más altas. Estos datos son iguales tanto para café con cafeína como para el descafeinado.
"Nuestro trabajo es el primero que ha valorado el desarrollo de SN y café en una población mediterránea"
En declaraciones a Alimente, la profesora Toledo recuerda: “Nuestro trabajo es el primer estudio en el cual se ha valorado el desarrollo de síndrome metabólico según el consumo de café en una población mediterránea”.
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Y aclara: “Contiene muchos compuestos minoritarios que pudieran tener efectos beneficiosos sobre la salud, entre los que se incluyen los polifenoles, la trigonelina, la cafeína y las melanoidinas”.
Los polifenoles “son sustancias antioxidantes presentes en alimentos vegetales. Se ha propuesto que puedan tener efectos beneficiosos sobre el metabolismo del azúcar, disminuir la absorción intestinal de grasa, disminuir la oxidación del colesterol LDL (colesterol 'malo'), tener propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, entre otros", insiste la investigadora.
Por otro lado, la cafeína podría tener "propiedades antiinflamatorias y diuréticas, así como efectos beneficiosos a nivel del endotelio, que es la pared interna que recubre los vasos sanguíneos”, recuerda.
Se ha observado que la “trigonelina pudiera tener efectos antioxidantes y efectos beneficiosos sobre el metabolismo del azúcar. Finalmente, las melanoidinas podrían ser buenas contra la oxidación y la inflamación y podrían ayudar a reducir las cifras de presión arterial”, apostilla.
Los hallazgos clave:
- Los metanálisis han sugerido que beber 1-4 tazas de café por día está asociado con un riesgo reducido de SM en estudios observacionales.
- La investigación sugiere que las condiciones específicas de SM, diabetes tipo 2 e hipertensión también están inversamente asociadas con su ingesta. Las asociaciones con la obesidad son menos claras.
- La relación inversa entre la bebida y el síndrome metabólico se mostró tanto en hombres como en mujeres.
- Los metanálisis han sugerido que un consumo moderado de café con cafeína y descafeinado puede estar asociado con un riesgo reducido de SM.
- Se requiere más investigación para comprender mejor los mecanismos involucrados en la asociación. Hasta la fecha, en los análisis, la importancia de los polifenoles y los ácidos hidroxicinámicos ha sido notable.
- El consumo moderado de café se puede definir como 3 a 5 tazas por día (400 mg de cafeína diarios), según la revisión de la cafeína de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, que lo considera como parte de una dieta sana y equilibrada.
Patricia Matey
Fuente: Alimente - El Confidencial
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