Bien por su contenido rico en polifenoles, bien por su reducido contenido en azúcar (la mayoría de vinos no llegan a 1 gr. de azúcar por litro), o por su bajo contenido calórico (una copa de vino al día apenas aporta 100 calorías), el caso es que el vino es una bebida realmente útil para quién quiere mantener la línea.
Fuente: Vinetur
Además, su consumo moderado está asociado a la pérdida de peso, tal y como revelaron varios estudios anteriores.
Con todo, ahora un nuevo descubrimiento parece haber encontrado un nuevo beneficio extrínseco del vino en lo que al control del peso se refiere. A parecer, los compradores que incluyen en la cesta de la compra una botella de vino, en lugar de refrescos u otras bebidas azucaradas, tienen menos probabilidades de tener sobrepeso, según un estudio publicado en la revista médica PLOS Medicine.
Investigadores del Reino Unido analizaron las compras de alimentos y bebidas de casi 9.000 hogares británicos que compran regularmente bebidas alcohólicas, zumos o refrescos.
Descubrieron que las familias que compran principalmente refrescos, así sean bebidas azucaradas o bebidas "zero" sin calorías, tienden a comprar también una proporción significativa de galletas, chocolates y dulces. Estos hogares contenían en promedio un número superior de personas con sobrepeso u obesidad, definidas como aquellas personas con un índice de masa corporal, o 'IMC', superior a 25. Además, se descubrió que estas personas suelen tener un nivel socioeconómico más bajo.
Por el contrario, las familias que compran principalmente vino, zumo de frutas o bebidas a base de leche, generalmente compraban alimentos más saludables y tenían menos probabilidades de tener sobrepeso.
Aunque el vino no posee azúcar añadido, muchos zumos de frutas y bebidas lácteas sí contienen azúcar, lo que revela que no se trata de un beneficio íntrínseco del producto sino extrínseco. Es decir, la compra de productos que se consideran más naturales impulsa la compra del resto de productos del cesta. En este sentido, los investigadores creen que los hallazgos podrían ayudar a orientar mejor las políticas dirigidas a la obesidad, como la nueva estrategia contra la obesidad del gobierno e incluso destinada a mitigar el impacto de COVID-19.
Para identificar los 'hogares de alto riesgo' y las compras comunes que podrían revelar los mejores objetivos para las investigaciones, el equipo analizó los datos de compra de alimentos y bebidas de 8.675 hogares británicos registrados en 2016. Los investigadores identificaron siete tipos diferentes de hogares, que agruparon en función de las bebidas que compraban con regularidad. Estos incluyeron bebidas endulzadas con azúcar, bebidas con edulcorantes, bebidas a base de frutas o leche, cervezas y sidras, vino, agua y, finalmente, un grupo "diverso" que compró cantidades moderadas de diferentes bebidas.
Mientras que el grupo más numeroso de familias pertenecía al llamado grupo diverso, que constituía el 30% de los hogares estudiados, el 18% pertenecía al grupo que compraba principalmente vino, y otro 18% compraba principalmente bebidas azucaradas.
Por otro lado, el 16% de los hogares compraba principalmente bebidas "zero" con edulcorantes, mientras que los grupos que compraban predominantemente cerveza o sidra, bebidas a base de fruta y leche y agua constituían solo el 7,6% y 4% de los hogares, respectivamente.
Aquellos que compraron una variedad de bebidas tenían más probabilidades de tener ingresos más altos, mientras que aquellos que compraron predominantemente bebidas endulzadas con azúcar, bebidas dietéticas o cerveza y sidra tendieron a ser los de ingresos más bajos.
La mayor proporción de personas con sobrepeso u obesidad se encontró en los grupos de hogares que compraron principalmente bebidas azucaradas o con edulcorantes, con un 66,8% y un 72,5% por ciento respectivamente.
Los expertos señalaron que las familias que compraban principalmente bebidas azucaradas consumían más calorías en promedio procedentes de alimentos no saludables, y menos frutas y verduras, en comparación con los demás.
Además, los hogares que compraron principalmente bebidas azucaradas o "zero" también parecían tener más probabilidades de recibir una alta proporción de su ingesta energética de bollería, dulces, chocolates y galletas.
Sin duda, un nuevo estudio que pone de manifiesto otro beneficio más del consumo responsable del vino para la salud, y que además puede ayudar a promover hábitos de compra saludable: recuerda, la próxima vez que hagas la compra pon primero una botella de vino en la cesta, te ayudará a evitar la comida basura, a mantener la línea y a cuidar tu salud.
Referencia: Patterns of beverage purchases amongst British households: A latent class analysis. Publicado 08/09/2020 https://doi.org/10.1371/journal.pmed.1003245
Con todo, ahora un nuevo descubrimiento parece haber encontrado un nuevo beneficio extrínseco del vino en lo que al control del peso se refiere. A parecer, los compradores que incluyen en la cesta de la compra una botella de vino, en lugar de refrescos u otras bebidas azucaradas, tienen menos probabilidades de tener sobrepeso, según un estudio publicado en la revista médica PLOS Medicine.
Investigadores del Reino Unido analizaron las compras de alimentos y bebidas de casi 9.000 hogares británicos que compran regularmente bebidas alcohólicas, zumos o refrescos.
Descubrieron que las familias que compran principalmente refrescos, así sean bebidas azucaradas o bebidas "zero" sin calorías, tienden a comprar también una proporción significativa de galletas, chocolates y dulces. Estos hogares contenían en promedio un número superior de personas con sobrepeso u obesidad, definidas como aquellas personas con un índice de masa corporal, o 'IMC', superior a 25. Además, se descubrió que estas personas suelen tener un nivel socioeconómico más bajo.
Por el contrario, las familias que compran principalmente vino, zumo de frutas o bebidas a base de leche, generalmente compraban alimentos más saludables y tenían menos probabilidades de tener sobrepeso.
Aunque el vino no posee azúcar añadido, muchos zumos de frutas y bebidas lácteas sí contienen azúcar, lo que revela que no se trata de un beneficio íntrínseco del producto sino extrínseco. Es decir, la compra de productos que se consideran más naturales impulsa la compra del resto de productos del cesta. En este sentido, los investigadores creen que los hallazgos podrían ayudar a orientar mejor las políticas dirigidas a la obesidad, como la nueva estrategia contra la obesidad del gobierno e incluso destinada a mitigar el impacto de COVID-19.
Para identificar los 'hogares de alto riesgo' y las compras comunes que podrían revelar los mejores objetivos para las investigaciones, el equipo analizó los datos de compra de alimentos y bebidas de 8.675 hogares británicos registrados en 2016. Los investigadores identificaron siete tipos diferentes de hogares, que agruparon en función de las bebidas que compraban con regularidad. Estos incluyeron bebidas endulzadas con azúcar, bebidas con edulcorantes, bebidas a base de frutas o leche, cervezas y sidras, vino, agua y, finalmente, un grupo "diverso" que compró cantidades moderadas de diferentes bebidas.
Mientras que el grupo más numeroso de familias pertenecía al llamado grupo diverso, que constituía el 30% de los hogares estudiados, el 18% pertenecía al grupo que compraba principalmente vino, y otro 18% compraba principalmente bebidas azucaradas.
Por otro lado, el 16% de los hogares compraba principalmente bebidas "zero" con edulcorantes, mientras que los grupos que compraban predominantemente cerveza o sidra, bebidas a base de fruta y leche y agua constituían solo el 7,6% y 4% de los hogares, respectivamente.
Aquellos que compraron una variedad de bebidas tenían más probabilidades de tener ingresos más altos, mientras que aquellos que compraron predominantemente bebidas endulzadas con azúcar, bebidas dietéticas o cerveza y sidra tendieron a ser los de ingresos más bajos.
La mayor proporción de personas con sobrepeso u obesidad se encontró en los grupos de hogares que compraron principalmente bebidas azucaradas o con edulcorantes, con un 66,8% y un 72,5% por ciento respectivamente.
Los expertos señalaron que las familias que compraban principalmente bebidas azucaradas consumían más calorías en promedio procedentes de alimentos no saludables, y menos frutas y verduras, en comparación con los demás.
Además, los hogares que compraron principalmente bebidas azucaradas o "zero" también parecían tener más probabilidades de recibir una alta proporción de su ingesta energética de bollería, dulces, chocolates y galletas.
Sin duda, un nuevo estudio que pone de manifiesto otro beneficio más del consumo responsable del vino para la salud, y que además puede ayudar a promover hábitos de compra saludable: recuerda, la próxima vez que hagas la compra pon primero una botella de vino en la cesta, te ayudará a evitar la comida basura, a mantener la línea y a cuidar tu salud.
Referencia: Patterns of beverage purchases amongst British households: A latent class analysis. Publicado 08/09/2020 https://doi.org/10.1371/journal.pmed.1003245
No hay comentarios. :
Publicar un comentario