Maridaje de vinos y queso : claves y consejos
Cuando queremos picar algo, cuando vienen amigos a casa, cuando lo usamos de aperitivo en una comida…el queso parece que siempre es una buena opción, pero hay que tener cierto cuidado a la hora de elegir el vino que lo va a acompañar. ¿Qué es mejor un vino tino joven, un crianza o un reserva?¿Tiene algo que ver la zona de producción y elaboración a la hora de maridar vino y queso? ¿Existe algún turco o consejo que nos ayude con este maridaje?
En Wine to you hoy os vamos a responder a las grandes cuestiones para disfrutar muchos más de estos dos manjares.
La relación del vino y el queso
La relación del vino y queso no es nueva.
Pues bien, tiene su origen en una artimaña o picaresca que antes era muy común. Antiguamente los bodegueros cuando querían “engañar” a sus posibles compradores les daban queso para acompañar sus vinos con el fin de disimular los posibles defectos del mismo, puesto que un queso de fuerte sabor nos enmascara el vino que degustemos.
¿Qué tener en cuenta en el queso?
Para disfrutar del maridaje de vinos y queso en plenitud debemos tener en cuenta los siguientes 3 aspectos:
- El sabor del queso debe de ser menor o igualar al del vino, es decir, un queso suave como un camembert lo podremos acompañar de un vino ligero y sin mucho cuerpo, mientras que si lo que vamos a comer es un queso fuerte, como un cabrales, deberemos acompañarlo de un vino con mucho cuerpo y sabor.
- Debemos observar el tipo de leche (vaca, oveja, cabra, mezcla…)
- El tipo de elaboración y si ha tenido maduración (fresco, semicurado, curado, viejo…).
Estos tres factores nos darán la información suficiente acerca de las características y la intensidad del sabor para poder elegir el vino ideal para acompañarlo.
Algún consejo para maridar vino y queso
- No tengáis miedo de probar. Al final lo que se impone es el sentido común, donde podremos ir mezclando vinos y quesos, y elegir por nosotros mismos las mejores combinaciones.
- Suele resultar buena combinación el queso con el vino que se elaboran en el mismo lugar o región (sin olvidar el equilibrio de sabores y las características de los puntos anteriores). Por ejemplo, un queso de Zamora casará muy bien con un vino D.O. Toro.
- También hay que tener en cuenta que, a mayor curación del queso, mayor crianza del vino y por lo tanto mayor cuerpo, y viceversa. Esta regla sirve tanto para blancos como para tintos.
- Los quesos blandos maridan a la perfección con vinos con aguja y vinos espumosos ya que el carbónico o las burbujas potencian las buenas sensaciones en boca y ayudan a limpiar el exceso de grasa de estos quesos con la acidez de estos vinos.
Recomendaciones
¿Quieres ejemplos concretos? Este maridaje de vinos y queso nunca falla:
- Queso parmesano con vinos tintos jóvenes o blancos suaves.
- Queso fresco con vinos blancos ligeros y secos.
- Queso semicurado (manchego, idiazábal…) con vino blanco seco con cierta crianza.
- Quesos curados o muy curados (manchego, castellano..) con vinos de crianza con cuerpo o blancos fermentados en barrica.
- Queso de tetilla, brie… con vinos jóvenes (blanco o tinto) ligeros y afrutados.
- Quesos azules (gorgonzola, cabrales…) con vino tinto reserva o con vinos olorosos y amontillados.
- Queso de cabra con vino blanco seco y afrutado
- Quesos cremosos, de untar como Torta de Casar, Divirín…con vino tinto joven afrutado y ligero
¿Qué os parece wine lovers? Al principio os puede parecer algo complicado pero a medida que vayáis probando estos consejos y estas pautas de maridaje de vinos y queso, os aseguramos que vais a poder interiorizar la forma perfecta para que la combinación de ambos sea mucho más placentera.
Fuente: Wine to You
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