Es uno de los placeres de cada mañana, pero... ¿Sabemos prepararlo bien? En COPE te damos las claves para que tu café sea perfecto
El café es uno de los pequeños placeres de los que podemos disfrutar por la mañana para comenzar el día con energía y disfrutando de un delicioso sabor. Aunque hay sibaritas del café y baristas que preparan auténticos manjares, todos hemos hecho café para desayunar en casa, sin que pierda su aroma y sabor. ¿O sí? Porque hay errores que cometemos todos los días que pueden arruinar nuestro café. Son estos:
Guardar mal el café
Para empezar, cuando compramos el café y llegamos a casa, tenemos que sacarlo de su envase y guardarlo en un recipiente que sea (preferiblemente) opaco. Los mejores materiales para hacerlo son cerámica, metal o vidrio. Si este último es transparente, deberemos guardarlo en un armario completamente oscuro y seco.
Moler el café de forma incorrecta
La mejor opción para mantener nuestro café fresco es comprarlo en grano y molerlo antes de infusionarlo porque, una vez molido, pierde rápidamente sus propiedades. Tienes que tener en cuenta la cafetera que utilizas para el grado de molido de tu café.
Limpiar mal la cafetera
Una vez tenemos el café preparado, vamos a por la cafetera. Y, por supuesto, tiene que estar limpia. Pero, ¡ojo! No debes meter la cafetera en el lavavajillas y lo ideal es enjuagar y lavar solo con agua las tres partes de la cafetera (italiana) después de su uso. Después, debes secarla muy bien para impedir que se oxide.
Utilizar agua de mala calidad
El agua del grifo es apta para el consumo en prácticamente toda España, pero no todas las aguas tienen el mismo sabor. Incluso en algunas zonas, el sabor puede llegar a ser desagradable por la acumulación de algunas sustancias. Si el agua sabe mal, el café heredará el regusto. La mejor opción para hacer café es utilizar agua mineral en botella o filtrar la que sale del grifo.
Calentar demasiado el café
Cuando hacemos café, en una cafetera italiana, esperamos a que el agua alcance la temperatura para provocar la infusión. Sin embargo, una vez está listo el café, debemos retirar la cafetera del fuego inmediatamente porque puede empezar a hervir rápidamente. Cuando hierve o se calienta demasiado, el café pierde parte de sus propiedades aromáticas.
Re-calentar el café
El café para desayunar se tiene que tomar recién hecho. Re-calentarlo no es una opción. A veces lo preparamos por la noche para no perder tiempo por la mañana; o preparamos varias tazas para el que se despierta un poco más tarde; pero es un gran error. Re-calentar el café que ya se ha enfriado lo arruina: se produce una aleteración de sus componentes químicos, que son los que le dan su aroma y sabor. Y no solo sabrá diferente, esa modificación de las propiedades puede resultar dañina para el organismo.
Fuente: cope
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