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| El vino tinto es un producto español que en los últimos años ha mejorado mucho la relación calidad-precioEuropa Press |
Tiene un alto poder antioxidante y contiene sustancias como los taninos y los polifenoles que lo hacen muy beneficioso para regular el colesterol y mantener "limpias" las arterias
En estos tiempos de restricciones, privaciones, pandemia y limitaciones del uso de los espacios hosteleros, bueno es saber que hay una bebida alcohólica (que tomada en una dosis moderada) reporta beneficios a nuestra salud.
Es el vino, y en concreto el vino tinto. Una bebida que representa a nuestro país, España, con multitud de zonas y regiones calificadas. En Asturias tenemos los vinos de Cangas del Narcea, que poco a poco se están abriendo paso en el mundo del vino, como una de las zonas del norte de España, en las que más se cuida la elaboración de este rico caldo.
Los vinos tintos tienen unas características que los hacen mucho más saludables que los blancos. Los taninos son los auténticos “culpables” de ese beneficio para la salud de los caldos de color rojo o tinto. Tienen una acción antioxidante, ayudan a reducir el colesterol, ya que inhiben su absorción y está demostrado científicamente que la reducción es del llamado colesterol “malo”.
Los taninos poseen propiedades astringentes y antiinflamatorias: desinflan la mucosa intestinal por lo que nos ayudan a luchar contra la diarrea y contribuyen a tener una correcta coagulación de la sangre.
Debemos dejar muy claro que la dosis de vino debe ser moderada. Estamos hablando de una o dos copas de vino tinto al día. Para evitar que los efecto positivos queden diluidos, nunca mejor dicho, por un problema de hígado, por un consumo excesivo de alcohol.
Su alta concentración en polifenoles y vitamina E ayudan a mantener la sangre y los vasos sanguíneos “limpios”. Algo que es muy saludable para la salud cardíaca, en el largo plazo vital.
El vino tinto tiene resveratrol. Es un polifenol con una alta concentración de material antioxidante que evita la formación de coágulos y de lipoproteinas de baja densidad. Las conocidas como LDL o colesterol “malo”.
Está demostrado científicamente que un consumo regular y moderado de vino tinto aumenta la concentración de ácidos grasos en sangre, ricos en Omega 3. Un elemento fundamental para el correcto funcionamiento del organismo
Según algunos estudios científicos se acredita que una media de consumo de entre 5 y 10 copas de vino tinto a la semana reduce la posibilidad de contraer artritis reumática en un 50%.
Es uno de los efectos que tiene el resveratrol, un polifenol que se encuentra en la piel de la uva tinta y que tiene un alto poder antioxidante
Los flavonoides del vino tinto, son un componente que refuerza las células y reduce los efectos negativos de la exposición a los rayos ultravioleta.
Según algunos estudios médicos se ha logrado demostrar que el consumo moderado y habitual de vino tinto reduce el deterioro cognitivo, las demencias y enfermedades degenerativas cerebrales.
REITERAMOS QUE EL CONSUMO DE VINO TINTO DEBE SER MODERADO (UNA O DOS COPAS AL DÍA COMO MÁXIMO)
Los vinos tintos tienen unas características que los hacen mucho más saludables que los blancos. Los taninos son los auténticos “culpables” de ese beneficio para la salud de los caldos de color rojo o tinto. Tienen una acción antioxidante, ayudan a reducir el colesterol, ya que inhiben su absorción y está demostrado científicamente que la reducción es del llamado colesterol “malo”.
Los taninos poseen propiedades astringentes y antiinflamatorias: desinflan la mucosa intestinal por lo que nos ayudan a luchar contra la diarrea y contribuyen a tener una correcta coagulación de la sangre.
Debemos dejar muy claro que la dosis de vino debe ser moderada. Estamos hablando de una o dos copas de vino tinto al día. Para evitar que los efecto positivos queden diluidos, nunca mejor dicho, por un problema de hígado, por un consumo excesivo de alcohol.
LOS 7 EFECTOS BENEFICIOSOS DEL VINO TINTO (En dosis moderadas)
1/. Previene las enfermedades cardíacas
Su alta concentración en polifenoles y vitamina E ayudan a mantener la sangre y los vasos sanguíneos “limpios”. Algo que es muy saludable para la salud cardíaca, en el largo plazo vital.
2/. Ayuda a prevenir el colesterol
El vino tinto tiene resveratrol. Es un polifenol con una alta concentración de material antioxidante que evita la formación de coágulos y de lipoproteinas de baja densidad. Las conocidas como LDL o colesterol “malo”.
3/. Aumenta los niveles de Omega 3
Está demostrado científicamente que un consumo regular y moderado de vino tinto aumenta la concentración de ácidos grasos en sangre, ricos en Omega 3. Un elemento fundamental para el correcto funcionamiento del organismo
4/. Previene la artrosis
Según algunos estudios científicos se acredita que una media de consumo de entre 5 y 10 copas de vino tinto a la semana reduce la posibilidad de contraer artritis reumática en un 50%.
5/. Ralentiza el envejecimiento
Es uno de los efectos que tiene el resveratrol, un polifenol que se encuentra en la piel de la uva tinta y que tiene un alto poder antioxidante
6/. Protege la piel
Los flavonoides del vino tinto, son un componente que refuerza las células y reduce los efectos negativos de la exposición a los rayos ultravioleta.
7/. Refuerza las capacidades cognitivas
Según algunos estudios médicos se ha logrado demostrar que el consumo moderado y habitual de vino tinto reduce el deterioro cognitivo, las demencias y enfermedades degenerativas cerebrales.
REITERAMOS QUE EL CONSUMO DE VINO TINTO DEBE SER MODERADO (UNA O DOS COPAS AL DÍA COMO MÁXIMO)
Fuente: cope.es
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