El Gourmet Urbano: #CAFE ☕ | Empezó emulando a Nespresso: hoy tiene 10% de su mercado y abrirá tiendas en Nueva York y Milán

martes, 31 de agosto de 2021

#CAFE ☕ | Empezó emulando a Nespresso: hoy tiene 10% de su mercado y abrirá tiendas en Nueva York y Milán

Kapselmaker, de la familia Boustani, consiguió 30.000 clientes en un año y produce cápsulas para marcas tradicionales. Abrirá locales en Nueva York y Milán

Javier Boustani dice que hace unos cinco años, tras regresar a Buenos Aires luego de vivir en Las Vegas, leyó un artículo periodístico sobre el café, hizo cuentas, y se obsesionó con descubrir cómo era que el kilo de café verde se iba de los centros de producción a 3 dólares y volvía a 100 dólares convertido en un kilo de Nespresso.

"Quería saber si era viable hacer un producto así. Creo que los mejores proyectos salen de esa curiosidad medio infantil; si pensás todo, nada es posible".

El proyecto llevó unos años. Había que investigar y desarrollar. Asociado con su padre, Antonio, que tiene un largo expertise en la industria de alimentos, importaron tecnología alemana, italiana y china, para ensamblar y transformar en Santa Fe. "Me enamoré del modelo de negocios de Nespresso, que es extraordinario, de la finca a la planta y de la planta a la boutique; inauguraron un modelo de consumo de café diferente".

Así, hace dos años, los Boustani empezaron a importar café verde de Brasil, Vietnam, India y países africanos, para hacer pruebas. Parecía todo listo, pero el pocillo humeante y espumoso se rehusaba a quedar como querían.

"Algunas noches me quedé llorando en el local, no entendía qué fallaba. Hasta que un día me di cuenta de que la solución la había tenido todo el tiempo delante". Con ese secreto, que se guarda, hicieron los ajustes que faltaban, lo lograron, y empezaron a probar distintos blends.

La demora hizo que inauguraran el "Roaster & Factory boutique", en Palermo, en plena eclosión de la pandemia, apenas la cuarentena lo permitió, y comenzaron una campaña agresiva en redes. Quienes van a comprar al local pueden ver el proceso, desde las bolsas de café verde de distintos orígenes, su tostado por flujo de calor, los silos donde se guarda, el pasaje por los molinos de precisión, las máquinas que envasan en las cápsulas de aluminio, y los chicos y chicas que las guardan en las cajas, que al manipularlas pueden hacer un control de calidad final.

Boustani abrió un local donde realizan el ciclo completo de la cápsula de café

Hoy, a poco más de un año, tienen 15 empleados directos, 10 indirectos, y unos 32.000 clientes con un 62% de recompra, una cifra que para Javier Boustani es clave. "Nuestro modelo se basa en el conocimiento: fabricamos la tostadora, adaptamos las líneas envasadoras, tenemos un sistema de gestión genial hecho por cracks argentinos que están in house, que nos permite una independencia absoluta".

La industria tradicional del café se vio muy perjudicada por la pandemia, por el cierre de bares y restaurantes, pero, a la inversa, el consumo hogareño de cafés especiales creció, y ayudó a Kapselmaker. Hoy ya tienen 60 variedades y, además de la marca propia, que venden en el local y a través de su ecommerce, producen cápsulas para otras marcas, como Café Martínez, Bolsa de Café, Tienda de Café, El Bohío, Segafredo o Kaffetto.

Boustani calcula que Kapselmaker logró en un año tener alrededor de un 10% del mercado de Nespresso, que ronda los 80 a 90 millones de cápsulas, mientras que las otras marcas, entre nacionales e importadas, suman otros 40 a 50 millones de cápsulas alternativas. Y que en el país hay unas 750.000 cafeteras Nespresso.

El emprendedor ya se adueñó del 10% del mercado de Nespresso

Locales en el exterior y fincas de café andinas


"Cuando analicé cuál sería el modelo de negocio de Kapselmaker, pensé que intentar exportar cápsulas de café sería un error", dice Boustani, porque implicaría montar una fábrica gigante para abastecer el mercado interno y competir de igual a igual con empresas europeas o estadounidenses. Por eso apostó a un modelo descentralizado de producción.

"Que no produzcamos café verde no implica que no podamos producir café tostado, como hace Italia, Francia, Alemania o Estados Unidos, que no plantan un solo grano pero son los dueños de la industria", explica. Tampoco piensa abrir una cafetería en el local-boutique que tiene, porque "implicaría entrar en toda una complejidad del negocio gastronómico".

Boustani planea abrir locales en Nueva York y Milán

Lo que tiene en la mira es diferente y más impactante: en el país, piensa seguir creciendo y desarrollando productos y el cobranding. En este sentido, mientras estudian unos prototipos de portacápsulas que son juegos de mesa, como las damas o el zenku, están por lanzar cápsulas de mate cocido saborizado, negocian producir la marca de café de uno de los principales clubes de fútbol, y en octubre lanzan en Mendoza la primera marca de café de una bodega, con Rosell Boher, para la que están elaborando especialidades.

"Rosell Boher es una marca que genera afinidad y confianza en mucha gente, y no hay cena sin café y sin vino", dice Boustani.

En el exterior, planea trasladar el modelo de negocios de Kapselmaker a ciudades ricas, empezando por Nueva York y Milán. "Para Nueva York ya están las máquinas y los locales para alquilar vistos, casi solo falta ir a firmar y llevarlas, pero en la actual situación con los vuelos no puedo correr el riesgo de quedar varado allá, así que eso tiene que esperar un poco", dice.

Es que el próximo evento en Mendoza tiene que ver con otros planes en el exterior: al lodge de Rosell Boher están invitando a embajadores del cordón andino con la idea de mostrarles el desarrollo de Mendoza como uno de los mejores centros turísticos internacionales, que conozcan el management de primer nivel que desarrolló los caminos del vino en la provincia, y entusiasmarlos para construir algo similar en sus países con fincas de café, proyecto que ya tiene algún avance con Guatemala.

Para eso, están cerrando con el INTI un acuerdo para construir un laboratorio que permite tratar el café verde y alargar su vida útil de 1 a 5 años. "Los lugares donde se produce café son maravillosos, pero quienes lo producen son muy pequeños y pobres, y en general no cuentan con infraestructura", dice Boustani. Se entusiasma con llevar allí también su modelo de negocios, para que puedan mejorar la calidad del café verde, envasarlo en cápsulas allí mismo y crear de todo eso una experiencia turística de primer nivel en fincas, que dejen en el lugar buena parte del valor agregado que el café genera.

Alejandra Groba

Fuente: Iprofesional

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