La piña asada es muy famosa como postre o guarnición en muchos países, en esta ocasión la acompañamos con una crema ligera de ron que es deliciosa.
Total: 55 min
Comensales: 6
Siempre me faltan postres con fruta. Porque rápidamente tiramos a opciones con chocolate, nata o crema pastelera pero la fruta de temporada (o tropical) la abandonamos a simples piezas de fruta al terminar una comida. Que están muy bien, pero también podemos hacer cocina con ellas. Desmarcarnos de los melocotones en almíbar y de la tarta de manzana es muy fácil si empleamos un poquito de tiempo y ganas, tampoco excesivo.
La piña es una buena opción para ello porque normalmente no sobra si somos una familia pequeña. La abrimos, cortamos un par de rodajas y el resto se va pochando en la nevera. Pues antes que eso la opción perfecta es asarla o también convertirla en un chutney o una mermelada. La piña asada siempre es un acierto y postres como la piña asada con mousse de pistacho o la ensalada de piña asada y pepino lo demuestran. Es genial para postres porque es muy aromática y contiene azúcar y además conserva la textura una vez que le da el calor. En esta receta, sólo tendremos que dejarla en el horno y éste hará su magia y nosotros podremos concentrarnos en preparar un buen caramelo que se convierta en un toffee y que, a partir de ahí, logremos una crema deliciosa de queso, toffee y ron para ir mojando nuestros trozos de piña asada. Para terminar, siempre son buenas unas hojas de hierbabuena que darán frescor a un conjunto que es bastante dulce, todo hay que decirlo.
Si os aburrís de tomar piña asada así, siempre la podéis poner encima de un hojaldre y convertirla en una especie de tarta fácil, o encima de una masa quebrada. O incuso trocearla y que forme parte de un jugoso bizcocho perfecto tanto para el desayuno como para la merienda.
Comensales: 6
Siempre me faltan postres con fruta. Porque rápidamente tiramos a opciones con chocolate, nata o crema pastelera pero la fruta de temporada (o tropical) la abandonamos a simples piezas de fruta al terminar una comida. Que están muy bien, pero también podemos hacer cocina con ellas. Desmarcarnos de los melocotones en almíbar y de la tarta de manzana es muy fácil si empleamos un poquito de tiempo y ganas, tampoco excesivo.
La piña es una buena opción para ello porque normalmente no sobra si somos una familia pequeña. La abrimos, cortamos un par de rodajas y el resto se va pochando en la nevera. Pues antes que eso la opción perfecta es asarla o también convertirla en un chutney o una mermelada. La piña asada siempre es un acierto y postres como la piña asada con mousse de pistacho o la ensalada de piña asada y pepino lo demuestran. Es genial para postres porque es muy aromática y contiene azúcar y además conserva la textura una vez que le da el calor. En esta receta, sólo tendremos que dejarla en el horno y éste hará su magia y nosotros podremos concentrarnos en preparar un buen caramelo que se convierta en un toffee y que, a partir de ahí, logremos una crema deliciosa de queso, toffee y ron para ir mojando nuestros trozos de piña asada. Para terminar, siempre son buenas unas hojas de hierbabuena que darán frescor a un conjunto que es bastante dulce, todo hay que decirlo.
Si os aburrís de tomar piña asada así, siempre la podéis poner encima de un hojaldre y convertirla en una especie de tarta fácil, o encima de una masa quebrada. O incuso trocearla y que forme parte de un jugoso bizcocho perfecto tanto para el desayuno como para la merienda.
Cómo hacer piña asada en salsa de ron
Ingredientes
- Piña, 1 und
- Azúcar moreno, 100 g
- Mantequilla, 50 g
- Pimienta negra molida, c/s
- Copos picantes, opcional
Para la salsa
- Azúcar blanco, 200 g
- Agua, 4 cucharadas
- Mantequilla, 40 g
- Nata, 30 g
- Queso crema, 200 g
- Ron, 2 cucharadas
Elaboración
- Precalentar el horno a 180 ºC. Pelar la piña completamente, sin que haya trozos duros por ningún borde. Trocear en lonchas quitando el corazón interior que es la parte más recia y que menos nos interesa. En esta ocasión no lo he hecho en discos, sino longitudinalmente, pero también podríamos hacerlo en discos.
- Colocar el azúcar moreno en un plato e ir embadurnando los trozos de piña en el azúcar, pasarlos directamente a una bandeja apta para el horno.
- Colocar encima de cada pieza un poquito de mantequilla sin preocuparnos si se cae a la fuente, nos servirá también para que la piña se vaya confitando en el horno lentamente. Hornear durante 30 minutos, dándole la vuelta cada 10 minutos aproximadamente. Cuando veamos que la piña está dorada y con una apariencia pegajosa, retirar del horno y dejar enfriar completamente en esa misma fuente.
- Mientras tanto, preparar el acompañamiento de la piña. Para ello, lo primero será hacer el caramelo. Colocar en un cacillo el azúcar con dos cucharadas de agua y dejar que se caliente a temperatura media para que el azúcar funda bien y no haya muchas diferencias de calor de un lado a otro. El caramelo irá tomando color poco a poco y cuando veamos que el azúcar ya está fundido y que esto sucede será el momento de poder moverlo ligeramente dentro del cazo, con el propio vaivén, nunca metiendo una cuchara en su interior.
- Cuando veamos que el caramelo ya tiene color dorado añadir la otra parte del agua y remover bien hasta que tenga la consistencia deseada. Apagar el fuego y, entonces, incorporar la nata y la mantequilla y remover muy bien. Enfriar completamente.
- Mezclar 3 cucharadas del toffee con el queso crema y batir bien, añadir también el ron e integrar hasta crear una especie de crema. Si vemos que está muy denso podremos incorporar un poco de nata.
- Añadir un poco de pimienta negra recién molida y de copos de chile a la piña. Servir con la salsa de ron y terminar con unas hojitas de hierbabuena.
Clara Villalón
Fuente: El Español
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