La mayoría de la gente toma uno u otro tipo de café en función de sus gustos, del tiempo de preparación o el precio. También conviene tener en cuenta el colesterol...
Existen diferentes formas de preparar café. Pero al final, solo cambia el método de preparación, porque el ingrediente único, el café, es el mismo para todos, más allá de la variedad.
Lo que mucha gente no sabe es que la forma de preparar el café altera los niveles de colesterol de la bebida, según ha comprobado un estudio llevado a cabo el pasado mes de marzo en Noruega, que nos llega vía la web médica Dr. Axe.
El café puede subir los niveles de colesterol porque tiene componentes químicos naturales que actúan sobre él, como los diterpenos, cafestol y kahweol. Y según cómo preparas el café, cambia la composición de estas sustancias.
Los investigadores descubrieron que el consumo de café expreso producía un aumento del colesterol, especialmente entre los hombres adultos. Del mismo modo, el consumo de café de émbolo provocó un mayor aumento que el café filtrado e instantáneo.
El café hervido/de émbolo se asoció a un aumento del colesterol en ambos sexos, y el café de filtro tuvo un impacto más prevalente en las mujeres.
El estudio concluye que el café de filtro es el que menos sube el colesterol en ambos sexos. El espresso, el que más.
No obstante, una conclusión importante del estudio es que el efecto comienza a ser perjudicial cuando se consumen 9 o más tazas al día. Por tanto, si solo consumes 2 o 3 trazas, los niveles de aumento del colesterol no deberían afectar a tu salud.
Aún así, si tienes el colesterol alto y usas cafetera espresso, puede interesarte pasarte a la cafetera con filtro, porque aunque esa subida del colesterol sea pequeña, todo suma.
Juan Antonio Pascual Estapé
Fuente: Computer Hoy
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