Recalentar el pan para disfrutar de un bocado como si estuviese recién hecho tiene truco, ya que si no lo haces adecuadamente te puedes encontrar con un pan reseco, 'chicloso' o incluso quemado
Recalentar el pan es todo un arte, y si no que se lo pregunten a los amantes de este alimento, que no pueden esperar a llegar a casa para comerse el cuscurro. Quienes hayan calentado nuevamente una barra para volver a disfrutar del pan como recién hecho seguramente hayan comprobado que no vale cualquier técnica o electrodoméstico. Y es que para recalentar el pan hay que evitar ciertas técnicas.
Lo mejor para recalentar el pan sin que se queme es envolver en papel de aluminio
Si a la hora de recalentar pan se introduce en el microondas, como se hace al recalentar cualquier otro alimento, el pan se queda gomoso; si se introduce al horno sin tener en consideración la altura de la bandeja y la temperatura, se puede quemar el exterior sin llegar a calentarse del todo; y si se calienta en la sartén a menudo se reseca, consiguiendo una consistencia más propia del pan tostado.
¿Qué se debe hacer para recalentar el pan en condiciones? El microondas probablemente sea la peor de las opciones, aunque también es cierto que es la más rápida. Así que si se va a optar por esta alternativa, lo mejor es envolver el pan en papel de cocina o servilletas de papel. Con esto conseguiremos que el papel absorba la humedad, evitando, en la medida de lo posible, que el pan se ablande en exceso.
Utilizar la sartén para recalentar el pan tampoco es la mejor de las opciones, ya que solo calienta la parte que está en contacto con la sartén, y para que caliente todo hay que dejarlo cierto tiempo, lo que lo reseca considerablemente.
La mejor opción para recalentar el pan
En todo caso, las mejores opciones son el horno o una olla con tapa. En cualquiera de las dos opciones, el truco esta en envolver el pan con papel de aluminio. Este recubrimiento tiene varias ventajas, ya que además de proteger la corteza evitando que el pan se queme, mantiene también el calor, haciendo que se caliente más rápido.
En caso de hacerlo en una olla, lo ideal es poner el fuego suave, introducir el pan en la olla envuelto en el papel de aluminio y poner la tapa. En cinco minutos el pan debería estar a una temperatura perfecta. Y si se va a recurrir al horno, se debe precalentar el mismo y mantenerlo a una temperatura de 175ºC.
Fuente: Diario Vasco
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