El Gourmet Urbano: #COMIDASALUDABLE 🥔 | El superalimento que sustituye a las patatas fritas pero no engorda y combate la diabetes

lunes, 26 de septiembre de 2022

#COMIDASALUDABLE 🥔 | El superalimento que sustituye a las patatas fritas pero no engorda y combate la diabetes

Imagen de una caja de boniatos ABC

El cultivo del boniato se dispara en lugares como Alicante ante la elevada demanda en Europa por sus múltiples propiedades

A quién no le gusta comer un buen plato de patatas fritas pero después se arrepiente por la cantidad de calorías que supone pasarlas por una sartén con aceite. Ante este dilema, al tubérculo más popular de la cocina española le ha salido un nuevo contrincante que gana adeptos a pasos agigantados. Se trata del boniato, también conocido como batata o patata dulce, que se ha colado entre la mayoría de dietas fitness por sus increíbles valores energéticos y vitamínicos.

Durante los últimos años, la producción de boniatos en la Comunidad Valenciana ha crecido exponencialmente y de manera paralela con el éxito que ha cosechado entre la población que huye de la comida ultraprocesada y del consumo excesivo de frituras. No obstante, la Asociación de Jóvenes Agricultores de Alicante (Asaja) ha alertado durante las últimas semanas de las limitaciones que sufre el sector agrario ante la inflación de costes, pues cuantifican que la diferencia entre el precio cobrado por sus trabajadores y el pagado por un consumidor es del 785%.

Una situación complicada que viven los agricultores valencianos que cada año cultivan uno de los ingredientes más utilizados por las familias durante la época navideña, sobre todo en referencia a la repostería, donde el boniato ocupa un lugar privilegiado gracias a sus 'pastissets de Nadal'. La receta original de estos placeres dulces en forma de empanadilla porta batata, canela y un toque de cazalla.

Sin embargo, el boniato ha conseguido ampliar su público objetivo más allá del postre para convertirse en el sustituto perfecto de la ración de patatas fritas que acompaña a cualquier principal, ya sea carne o pescado. La alta demanda de consumidores ha provocado que su cultivo vaya en aumento, gracias en parte a su extraordinario sabor y a sus diferentes beneficios nutricionales.

Beneficios del boniato


En cuanto a sus puntos a favor, cabe destacar que el boniato es una fuente ideal de hidratos de carbono así como de minerales como el potasio, los cuales facilitan un correcto funcionamiento de los músculos y del sistema nervioso. Del mismo modo, cuenta con un elevado contenido de vitaminas, tanto A, C, 3, B6, b-carotenos y folatos, y además, gracias a su poder antioxidante, ayuda a combatir la diabetes y la obesidad, puesto que ofrece menos calorías que su prima tubérculo la patata.

Por otro lado, debido a su aporte de almidón, el boniato ayuda a saciar el apetito y disminuye el índice glucémico de las comidas, por lo que es recomendable en todo tipo de dietas para reducir peso. Igualmente, al ser muy digerible, se antoja como un gran aliado a la hora de mejorar el tránsito intestinal.

Al contener prácticamente el doble de vitamina A que la patata, se puede considerar a este superalimento como un producto perfecto para mejorar la visión y reforzar el sistema inmunitario a largo plazo. De igual manera, gracias a su aporte de fibra también puede ayudar a prevenir el cáncer de colón y a reducir el nivel de colesterol.

Un cultivo en auge en España


Como ocurre con la patata, el descubrimiento del boniato también se encuentra ligado al hallazgo de un nuevo continente llamado América, encabezado por Cristóbal Colón. Desde entonces, se cultiva en regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo, incluida España, donde destaca Andalucía y la Comunidad Valenciana.

En el caso de Alicante, la Vega Baja, ya cuenta con más de 40.000 hectáreas de terreno exclusivo de cultivos de boniatos. No obstante, España todavía se encuentra a una enorme distancia de otros países de Latinoamérica o de Portugal a la hora de consumir este pujante producto. Según los últimos datos registrados, los españoles no consumen más de 400 gramos al año, mientras que los lusos superan los dos kilos por persona. Un alimento que en el territorio nacional fue enormemente consumido durante la Guerra Civil y la posguerra.

Fuente: abc

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