A la hora de elaborar un plato, no es fácil saber cuál es el mejor vino para cocinar. Se utiliza en una gran cantidad de recetas, pero no siempre debe emplearse el mismo, ya que todo dependerá de los alimentos que conformen la comida. No obstante, como norma general, muchos chefs suelen adoptar el vino tinto para cocinar platos oscuros y el blanco para los más claros.
¿Cuál es el mejor vino para cocinar?
El vino es un producto excelente que no solo sirve como bebida para acompañar suculentos manjares, también da un toque espectacular a las recetas en las que se incorpore. Elegir el adecuado para cada una es fundamental para que el plato tenga el sabor deseado.
De igual manera, merece la pena preguntarse: vino blanco vs vino tinto, ¿cuál es el mejor para el alimento que se quiere cocinar? Hay que tener en cuenta que cada uno aporta matices diferentes, pero no puede afirmarse que haya uno mejor que otro. Todo dependerá de los ingredientes que se usen y del gusto que se pretenda conseguir.
Las principales diferencias entre ambos son las siguientes:
- Mientras que los tintos realzan el sabor y el color de salsas oscuras, los blancos les dan el toque justo de acidez. Eso sí, es importante no excederse con las cantidades en ninguno de los dos casos.
- El vino blanco es el más adecuado para salsas que acompañen a pescados y mariscos, y el tinto para las de tomate o aquellas más contundentes que estén destinadas a acompañar a las carnes rojas.
- Aunque, de manera general, se suele decir que el vino tinto queda mejor con salsas y reducciones oscuras, existen determinados platos a los que no ocurre esto. Por ejemplo, si se van a guisar carnes blancas, como el conejo o el pollo, el vino blanco les sacará mayor provecho.
- En lo referente a los postres, los elaborados con fruta funcionan estupendamente con la frescura del vino blanco. No obstante, si el chocolate es el protagonista, el vino tinto es un excelente añadido.
Datos a tener en cuenta a la hora de cocinar con vino tinto o vino blanco
Para que los platos que se hagan con vino queden perfectos en sabor y textura, es necesario que se tengan en cuenta las funciones que cada uno cumple a la hora de elaborarlos.
Funciones del vino tinto en la cocina
Es un vino que ayuda a caramelizar los jugos resultantes del cocinado. Por ejemplo, si se hace un asado y se vierte una pequeña cantidad de este líquido sobre los jugos calientes que suelta la carne, se logra que vuelvan a incorporarse a la salsa que acompañará al plato. A esto se le denomina desglasado.
Otra de sus funciones es la de marinar (ojo, hablamos de marinar, no maridar). Este proceso, previo a la cocción y que puede realizarse por varias horas o incluso el día anterior, se utiliza mucho con la carne de caza, ya que suaviza el intenso sabor que tiene. Para llevarlo a cabo, se mantiene la pieza en una mezcla de vino y otros alimentos o condimentos, como hortalizas o especias, previamente al cocinado. Aunque estos no se acaben empleando en el guiso final, han aportado un exquisito sabor al producto. Además, puede usarse el vino del marinado para cocinar la carne en sí.
Funciones del vino blanco para el cocinado
El vino blanco es ideal para otorgar ese punto de acidez perfecto a los guisos de pescado. Del mismo modo, es interesante incorporarlo a las cremas que acompañan a los mariscos. Eso sí, se debe tener cuidado, ya que tanto el pescado como los mariscos poseen un sabor delicado, por lo que el vino blanco que se use debe tener la acidez justa y equilibrada.
Esta bebida también les aporta bastante a las verduras. En el caso de estos alimentos, es mejor optar por uno más clásico y ligero. Si además tiene un toque afrutado, es excelente para cocinar berenjenas, pimientos o alcachofas con él.
Aunque para las carnes es más apropiado el vino tinto, ¿qué pasa si cocinas con vino blanco carne? En el caso de las blancas, como el pollo, el conejo o el pavo, es mejor emplear el blanco. Es menos potente que el tinto y les da un toque sutil espectacular. Debe tenerse en cuenta que, al no tener un sabor tan intenso, si se cocina con vino tinto, puede que el plato solo sepa a eso. Un blanco espumoso es perfecto en estos casos, dado que las burbujas colaboran a romper las vetas de la carne a la hora de cocerla, por lo que quedará mucho más tierna.
El mejor vino para cocinar nunca es el mismo, todo dependerá de la receta y los alimentos que se utilicen para elaborarla. Es necesario cumplir una serie de reglas si se quiere conseguir platos queden sabrosos. Para ello, es vital saber cuáles son las principales diferencias entre cocinar con vino tinto o con vino blanco.
MANUEL RIVERA
Fuente: vinetur
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