El Gourmet Urbano: #HIGIENEENLACOCINA 🫕| ¿Cómo limpiar tus ollas y sartenes con residuos?

sábado, 18 de febrero de 2023

#HIGIENEENLACOCINA 🫕| ¿Cómo limpiar tus ollas y sartenes con residuos?

Sartén, bicarbonato y esponjas


Quienes se dedican a la cocina —en casa, en el trabajo o en su negocio—, saben lo valioso que puede llegar a ser un juego de ollas y sartenes. El uso diario suele acabar con ellas en menos tiempo de lo que uno espera. Un día les tomas foto para tus redes sociales y al otro, de pronto, están camino a la “clínica de ollas” del mercado más cercano o, peor, terminan en el tacho. Ciertamente, nadie puede revertir el inclemente paso de tiempo, las grasas y el fuego, pero podemos paliar sus efectos en nuestros enseres queridos. La limpieza, además, es clave para eliminar sustancias nocivas que nos pueden afectar la salud. La higiene es indispensable en todo lo que concierne a la alimentación, para evitar infecciones o reacciones alérgicas. Por eso, recogemos acá una serie de consejos para la limpieza de tu batería de cocina. Recuerda, eso sí, que no todas las ollas requieren el mismo tratamiento.

Las ollas no eternas, aunque lo parezcan. Limpiarlas correctamente prolongará su vida útil y evitará problemas de salud.

Tus armas


Quien se ha entrenado en el arte de limpiar trastos sabe que necesita un mínimo de equipo para no llegar indefenso y sucumbir en la batalla. ¿En qué consiste este equipo? Fácil: esponja amarilla —o su equivalente—, para las superficies más delicadas; fibra verde, para trabajos de mayor fricción, y las de metal, para los trabajos más duros. La escobilla o cepillo con cerdas de nylon no es indispensable, pero ayuda mucho en los bordes sin dañar la superficie. Ahora sí, vayamos al proceso....

Cada esponja, estropajo o cepillo cumple una función. Úsalos correctamente.

1) Agua


A veces nos dejamos llevar por la impresión, y nos lanzamos a querer limpiar sin evaluar de qué se trata el asunto. Pero es muy importante, por ejemplo, diferenciar una simple mancha de grasa de un quiste de carbón antes de pasar a la acción. Por eso, una remojada con agua siempre viene bien y permite quitar, en un primer momento, los residuos superficiales. Es el primer paso. El segundo es el calor. En caso no tengas agua caliente en tu lavadero, puedes llevar la olla o sartén con agua y lavavajillas al fuego. El agua caliente va a soltar aun más los restos de comida adheridos en el traste, sobre todo los grasosos. Obvio que el agua no actúa sola…

Dejar las ollas con un poco de agua y lava vajillas facilitará la limpieza posterior.

2) El potente lavavajilla


El lavavajillas es el que permite limpiar correctamente las superficies de las ollas y sartenes. Y funciona mejor con agua caliente. Los hay en pasta y líquidos, y cada quien escoge de acuerdo a sus preferencias. Pero lo que es importante es que el jabón o lavavajillas produzcan espuma, porque de esta forma actúa óptimamente. Cuando diluimos demasiado el jabón en agua, pierde efectividad. Ojo: el reposo de agua con lavavajillas, unas cuantas horas, mejora notablemente su efecto de limpieza. A veces es mejor dejar para la mañana lo que no se puede lavar hoy.

La espuma es clave para eliminar la grasa.

3) El polvito mágico


Si has llegado hasta acá es porque el asunto es grave. Estamos hablando de manchas negras en bordes oscuros, producto de capas y capas de grasa acumuladas sabe dios hace cuánto. Van ganando volumen como un recuerdo permanente de nuestra incapacidad para afrontar esa dura realidad. Es hora del polvillo mágico: el bicarbonato.

El horror: hay ollas que requieren medidas extremas. El bicarbonato, felizmente, es absolutamente inocuo.

Para usarlo, puedes empezar por disolverlo en agua y aplicarlo en las áreas que quieres intervenir. Las zonas cercanas al mango suelen acumular grasa de las frituras y aderezos. Usa un cepillo de dientes para llegar a los puntos más difíciles. El reposo, nuevamente, es clave. Deja que esta pasta actúe silenciosamente sus buenos 20 o 30 minutos, o más. Luego procede a pasar la esponja o fibra.

La combinación más efectiva de los remedios caseros: bicarbonato con vinagre (o limón).


Si aún no resulta suficiente, pues la última medida es combinar el bicarbonato con vinagre o jugo de limón. Y nuevamente dejarlo actuar. El efecto burbujeante de la reacción entre el alcalino del bicarbonato y ácido del vinagre o limón se encarga de disolver esos restos carbonizados. El resto es paciencia, un poco de fuerza para aplicar presión, y usar la esponja adecuada. La verdes y de fibras metálicas son ideales para las ollas de hierro fundido y acero inoxidable pero definitivamente no son buenas para las superficies antiadherentes (llamadas "de teflón") pues las dañarán irremediablemente. Eso sí, las puedes usar para las partes exteriores de este tipo de ollas, como las expuestas al fuego.

El resultado es sorprendente, ¿cierto? Trata, sin embargo, de no llegar a este punto. Limpia correctamente tus ollas cada vez que las uses y evita que se acumule la grasa y la humedad. Así tu batería de cocina te durará años.

Para que la mezcla de bicarbonato y vinagre haga efecto tiene que dejarse actuar unos minutos. Es resto es puro músculo.

Y recuerda: sigue las instrucciones del fabricante


Siempre se nos pasa por alto porque estamos acostumbrados a hacer las cosas de solo una forma. Pero todos los implementos de cocina tienen instrucciones específicas de cómo deben limpiarse. Por eso, no nos vamos a cansar de decirlo: sigue las instrucciones del fabricante. Es la única forma de garantizar que nos duren más tiempo, pero sobre todo, de hacer efectiva la garantía, en caso necesites usarla.

Fuente: Buenazo

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