Con la presencia de la joven enóloga Agustina Hanna y el chef Mariano Gallego, la ciudad vivió un evento único donde el vino, la gastronomía, la música y el arte se unieron en un recorrido inmersivo a través de diferentes etapas.
Una innovadora propuesta se desplegó en Bubble Studios, Villa Crespo, donde Bodega Ruca Malen ofreció una experiencia que rompió con los esquemas tradicionales de degustación, invitando a los asistentes a adentrarse en un universo sensorial.
En este contexto, se presentó “El vino en Capítulos”, un evento que guió a los invitados por distintas estaciones, cada una dedicada a uno de los Capítulos en los que se presentan las líneas de vino de la bodega, ofreciendo una combinación única de sabores, sonidos e imágenes.
El espacio, de líneas modernas y futuristas, fue el escenario perfecto para recibir a influencers, líderes de opinión y periodistas, quienes vivieron un recorrido multisensorial destinado a descubrir los secretos detrás de cada vino.
CAPÍTULO UNO
La primera parada del evento comenzó en una sala oscura donde, a través de música jazz y proyecciones, los invitados fueron transportados a los viñedos. Aquí, los vinos jóvenes, caracterizados por su frescura y precisión, tomaron protagonismo. Chardonnay, Malbec y Cabernet Sauvignon son los elegidos. Agustina Hanna, la destacada enóloga del establecimiento, describió los varietales como “vinos en los que la fruta te va a buscar a vos”, destacando la pureza y honestidad de estos ejemplares.
CAPÍTULO DOS
En la segunda estación, la atmósfera cambió a un ambiente más íntimo, con luces bajas y música ambiental que acompañaron la degustación de varietales menos convencionales, como la Garnacha y el Petit Verdot. Aquí, se exploró la versatilidad del vino a través de diferentes terruños y técnicas de vinificación. Agustina destacó que en esta etapa "la técnica y la expresión varietal se entrelazan para ofrecer vinos con texturas y una energía renovada."
CAPÍTULO TRES
En este capítulo, Mariano Gallego, chef galardonado con una estrella Michelin, se unió a la experiencia con una propuesta de maridaje que sorprendió a los asistentes. En un ambiente cargado de ritual y solemnidad, se degustaron vinos que demostraron la maestría tanto en la cocina como en la vinificación. “Logramos trasladar el espíritu de la bodega a Buenos Aires y eso fue un gran logro”, expresó Hanna sobre esta etapa en la que los invitados disfrutaron de un Chardonnay, el Malbec Ánforas y el Malbec Infuso.
CAPÍTULO CUATRO
El recorrido culminó con la presentación del vino ícono de la bodega, el Capítulo Cuatro. En una sala amplia, con iluminación tenue y proyecciones envolventes, Agustina narró la historia de la bodega, desde su fundación hasta su actualidad, donde cada botella cuenta una parte de esa historia.
La narrativa visual proyectada en las altísimas paredes y en las telas mostró en movimiento los bocetos y trazos del artista mendocino Antonio Sarelli XX, quien diseñó las etiquetas con el rostro de la mujer. Ruca Malen significa “la casa de la joven” y el rostro de esa joven estuvo presente junto a los invitados en este cierre de la experiencia con música de la DJ Virginia Da Cunha.
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