Todas las casas que he visitado recientemente tienen una. Las más comunes son las NESPRESSO. Muy bonitas, prácticas, limpias, relativamente económicas y, de verdad, muy fáciles de usar.
Tienen un despliegue publicitario poco menos que apoteósico. Se dan el lujo de pagar la cara de George Clooney, que no es poca cosa. Se dan el lujo de tener “boutiques” en las calles más caras de ciudades como Milán y Madrid.
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El sistema es muy sencillo, son unas cápsulas que vienen en una especie de vasitos de aluminio, empacados al vacío y en una atmósfera controlada. La presentación es de empaques de 12, 20 y hasta 100 cápsulas. Venden suscripciones anuales al producto y se pueden adquirir cápsulas en una gran variedad de colores. Cada uno representa un sabor y un tipo de café, tostado, y gusto diferente. Creo, que es una de las estrategias de mercadeo más impresionante que jamás he visto en materia de café.
Hasta aquí vamos bien. Pero... considero que siguen un principio de café instantáneo que en realidad no me gusta ni comparto. ¡Ojo!, el resultado es una bebida que huele, sabe y tiene aspecto de café. Incluso tienen un gadget extra que es un capuccinador. En fin, uno no hace sino pisar un par de botones y listo, una taza de café caliente.
Luego, tenemos en el mercado otro tipo de empaques, que en italiano se conocen como cialdas. Éstas son pastillas que por fuera tienen un recubrimiento de papel filtro y en su interior contienen, aproximadamente, unos 7 u 8 gramos de café molido, perfectamente compactados, para colocar directamente en los portafiltros de las cafeteras espresso. Igual que el sistema de cápsulas, es muy limpio, higiénico, y práctico. Nos estamos ahorrando el trabajo de moler el café y de compactarlo. En otras palabras nos ahorramos el molino. Lo malo es que dependemos de pocas marcas que hacen café de este estilo. En Venezuela han llegado cialdas marca Illy y Lavazza. Ambas, grandes y excelentes marcas de café italiano.
Como desventaja, no todas las cafeteras tienen portafiltros adecuados para usarlas, por ende hay que hacerles unas adecuaciones, como la de colocar unas arandelas de manera de que la extracción sea óptima.
Personalmente tampoco soy defensor de las cialdas, ya que no implican frescura y nos están dando dosis predeterminadas de café, tanto en peso, en molienda, y en el mismo sabor del café.
Son alternativas para el mercado cada día más amplio del café mundial. Lo bueno es que todos estos sistemas son señales de lo importante que es el café a nivel mundial, y de lo práctico y cómodo que se quiere hacer.
Yo, siempre me mantengo firme a mi principio: mi café venezolano, tostado para espresso, molino para café y una máquina espresso...
Cada quien elige… de eso se trata.
Hasta la próxima.
¡Café y vida!
Pietro Carbone
Barista
http://carbonespresso.blogspot.com
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