El higo, nuestro ingrediente principal de hoy, es una fruta típicamente mediterránea, está compuesta por 80 % de agua y 12 % de azúcar, su contenido en grasas es mínimo al igual que en proteínas, pero en cambio aporta agua, minerales y fibras en cantidades considerables. Su origen se remonta a siglos antes de Cristo e incluso fue considerado como un manjar en la época de la Grecia Clásica. Ya en el mismo Génesis de la Biblia, se narra cómo Moisés mandó a unos exploradores a reconocer la tierra de Canaán y estos volvieron con diferentes frutos, entre ellos el higo.
Tiene un alto contenido de calcio, mineral esencial para la formación ósea, es rico en hierro, posee una alta concentración de polifenoles que combaten los riesgos de sufrir trastornos cardiovasculares; también tiene vitaminas A, B1, B2, B3 y C. Es una importante fuente de energía debido a la gran cantidad de carbohidratos que aporta. El higo maduro es muy digestivo porque contiene una sustancia especial llamada Cradina. Tanto secos como frescos, los higos son un excelente tónico para las personas que realizan esfuerzos físicos o intelectuales.
Es recomendable no agregarle enormes cantidades de azúcar, a la hora de comerlos, ya que de por sí posee una cantidad de azúcar superior al resto de las frutas, de ahí que su valor calórico sea muy parecido al del plátano o la uva.
Acompañaremos nuestros higos con un poco de ricota, que es el queso que se obtiene del precipitado de las proteínas del suero de la leche. Es de bajo contenido graso (aproximadamente la mitad de calorías que contiene cualquiera de los quesos) siendo de gran utilidad para quienes siguen dietas de reducidas calorías. Contiene poco sodio, lo que permite que pueda ser consumido por aquellas personas que son hipertensas.
Recuerda que siempre es importante asesorarnos con un especialista en nutrición para alimentarnos de la mejor manera posible.
Higos con ricota (Rinde para 4 porciones)
Ingredientes:
- 2 tazas de agua.
- ½ taza de miel de abeja.
- 2 tiras de corteza de naranja.
- 2 cucharadas de jugo de naranja.
- 8 higos medianos.
- 1 taza de queso ricota bajo en grasa.
- ½ cucharadita de canela molida.
Preparación:
- Calienta por dos minutos a fuego medio el agua, la miel, las tiras de corteza de naranja y el jugo de naranja.
- Reduce el fuego y agrega los higos. Cocina a fuego lento, hasta que los higos estén suaves.
- Coloca los higos en un plato, hierve el jarabe que quedó, hasta que esté espeso.
- Deja enfriar. Agrega una cucharada del jarabe a los higos y el queso ricota.
- Espolvorea con canela molida y sirve.
Calorías:
- 100 gramos de higos aportan unas 90 calorías.
- 100 gramos de queso ricota descremado aportan unas 110 calorías.
- 1 porción de nuestros sabrosos higos con queso ricota aporta unas 200 calorías.
Tips:
Higo:
- Es un buen emoliente, un suave laxante, un diurético y excelente pectoral.
- Su riqueza en fibra mejora el tránsito intestinal.
- Contiene agentes anticancerígenos.
- Puedes servir este postre acompañado con unas galletas de soda o solo. ¡Te va a encantar!
Eucaris Rodríguez
Fuentes:
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