Desde el pasado septiembre, una nueva aplicación abre la posibilidad de que sus usuarios compartan las sobras de su comida o su cena con extraños. LeftoverSwap (intercambio de sobras) permite subir una foto de la hamburguesa o los tallarines chinos con los que uno no puede y ofrecérselos a sus vecinos cercanos. Sobre todo pizza, pero también muchos alimentos no perecederos, como alimentos enlatados y en caja, son los principales productos que hasta el momento se han compartido por esta vía.
Dos estadounidenses que se conocieron en sus años universitarios, Dan Newman y Bryan Summersett, idearon esta iniciativa que, reconocen, puede no parecer muy tentadora porque “la comida es una cosa muy personal”. “Algunos odian la idea, pero hay muchos que están muy entusiasmados con las posibilidades”, asegura Newman a Actualidad Gastronómica. En todo caso y ante posibles polémicas, cree que es importante tener en cuenta que “las sobras” pueden tener una “amplia” definición, en la que se incluyen “alimentos completamente intactos”, además de que la app da algunas directrices, como no compartir comida que uno mismo no se comería y usar el sentido común.
Inicialmente, este proyecto nace como un modelo de donación, pero tiene “muchos propósitos”, como, por ejemplo, hacer frente al tema de los alimentos que se desperdician. “Sólo comemos el 60 por ciento de los alimentos que producimos, por lo que es un sistema muy ineficiente. Todas las contribuciones y los recursos para producir el alimento no consumido se pierden y la comida en los vertederos contribuye a expulsar metano a la atmósfera, alterando aún más el clima”, describe Newman, tras insistir en que el objetivo principal es ayudar a las personas a ahorrar algo de dinero en el presupuesto mensual.
“Más allá de esto, se persigue llamar la atención sobre los grandes tamaños de las raciones y ayudar a las personas a encontrar algo de comida extra barata si lo necesitan”, explica Newman. En este sentido, LeftoverSwap abre la posibilidad de ayudar a reducir el sobrepeso, presente en el 70 por ciento de los estadounidenses, y hacer hincapié en que el 99 por ciento de la población norteamericana no necesita una segunda porción de lo que come, así como promover más la vida social, puesto que el 25 por ciento de las personas no sabe los nombres de sus vecinos.
La idea de donar la ‘doggy bag’ (bolsa con las sobras del restaurante) nació a raíz de una visita de Newman a Summersett en Seattle. “Pedimos demasiada pizza para cenar. La nevera estaba llena y la pizza se termina yendo a la basura. Pensamos en lo divertido que sería una herramienta para transmitir a la gente del entorno que si quería, nos sobraba pizza“, relata Newman. Disponible para cualquiera que tenga acceso al App Store inglés, sus creadores subrayan que han recibido mensajes de todo el mundo, desde Canadá a Venezuela, China o Australia, por lo que su intención es ampliarlo para que esté accesible a través de la web y teléfonos con el sistema operativo Android.
De momento, el proyecto marcha. “Tenemos casi 5.000 usuarios desde su lanzamiento a finales de septiembre. Los indicadores sobre la cantidad de comida que se ha negociado es un poco más difícil de determinar por los pocos datos que recopilamos y nuestra limitada capacidad de analizarlos. Y no tenemos ningún presupuesto de publicidad, por lo que estas cifras son aún más impresionantes, ya que no hemos gastado nada para hacer correr la voz”, subraya.
¿Cómo funciona? Para compartir la comida, basta con hacerle una foto y publicarla, colocando un alfiler en el mapa en el que se ubica la persona que quiere donar esos alimentos que le sobran para que otros puedan encontrarla. En el caso de querer recoger esa comida, el usuario puede navegar a través de esos banderines de ubicación de las sobras y, si está interesado, contactar con la persona que lo ha publicado a través de la plataforma de mensajería de la propia aplicación para fijar la cita para el intercambio de comida.
Aunque estos dos estadounidenses tuvieron la idea y la desarrollaron, la app tiene “definitivamente vida propia”, puesto que “al final son los usuarios los que crean la cultura alrededor de la aplicación”, aseguran los propios creadores. De esta forma, el perfil de sus usuarios es muy variado, con “algunas personas que lo utilizan por la novedad mientras otras están realmente interesadas en su finalidad”, señala Newman.
BENEFICIOS PARA BANCOS DE ALIMENTOS
Aunque en la actualidad no le sacan beneficio, Newman y Summersett se plantean lanzar en el futuro una versión de esta herramienta con anuncios y otra sin anuncios con el fin de ayudar a “cubrir los costos”, pero considerando la posibilidad de que los beneficios se donen a los bancos de alimentos o programas relacionados con la alimentación.
“Tienes hambre y quieres comer barato. Nosotros te entendemos. También te preocupas por la reducción de residuos y quieres construir relaciones dentro de tu comunidad. También entendemos esas cosas. Basta con que enciendas LeftoverSwap, veas las sobras disponibles a tu alrededor y hagas tu selección. Tu comida barata, local y comunitaria está esperando”, invita la applicación a quienes quieren comer el excedente de otros.
Para aquellos que quieren donar lo que no se han comido, la app dice: “Estás lleno. No puedes tomar otro bocado, pero queda mucho en tu plato. Odias la idea de tirar la comida, pero no quieres estar comiendo los mismos restos durante los próximos días. Nosotros lo entendemos. ¿Quieres reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y fertilizantes?. También te entendemos. Haz una foto de lo que no te pudiste comer, pon su nombre y comparte lo que te sobra de comida. Tus vecinos tienen hambre”.
Fuente: Actualidad Gastronómica
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