El método más apreciado en EEUU y en el norte de Europa: aromático y lleno de sabor. La percolación se perfeccionó en Alemania a principios del siglo XX.
Elke Wetzig (Elya) - Trabajo propio
El molido es fundamental: debe ser medio. Cuando es muy grueso el café tiene un sabor débil, cuando es demasiado fino el sabor es amargo. Para un buen resultado en la taza el café debe degustarse en las horas inmediatamente después de la preparación.
Las máquinas se limpian preferiblemente cada semana para eliminar residuos aceitosos e incrustaciones minerales que puedan alterar el sabor del café.
Un consejo, no conservar el café en las jarras de vidrio que quedan apoyadas en la fuente de calor, ya que le dan al café un desagradable sabor a quemado.
Fuente: The Italian Coffee Company
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