"Antes que nada debes empezar desde abajo, al igual que en cualquier aprendizaje. No quieras recurrir al esnobismo y comenzar con los afamados italianos Brunellos di Montalcino, si quieres empezar por esa zona elige el Rosso di Montalcino que es más barato, listo para beber y que realmente refleja más la región a conocer y no la mano del enólogo como en los grandes vinos.
"Haz una mezcla entre catas horizontales (varios productores y varias añadas) y verticales (mismo productor, diferentes añadas) en las que pruebes diferentes etiquetas de una región pero a la vez puedas juzgar diferentes cosechas. Así puedes entender más a una región", sugiere el experto.
Aprovecha que ya tienen la botella frente a ti y ve más allá. La información ahora es accesible y puedes investigar qué estilo de vino bebes, la orientación de la bodega, qué variedades usa y cómo se expresan. Poco a poco podrás ir segregando a las bodegas por sus vinos, si son frutales, orientados a la madera, con concepto de autor y guardarás los recuerdos de la nariz y el paladar en tu mente.
"Así como parte del aprendizaje es aprovechar la información que te da la botella, también las catas a ciegas te van entrenando a ser más preciso. Con ayuda de alguien puedes evaluar botellas sin saber qué son, la idea es equivocarte y es algo que hasta los más expertos siguen cometiendo. Anota todo lo que vez en copa, hueles y degustas aunque te parezca contradictorio, cuando las botellas se revelan aprenderás más de lo que piensas", dice.
No te vayas por los prejuicios. Hay vinos industriales buenos y de bodegas boutique que son malos. Regiones tan célebres como Burdeos tienen fallas y puedes sorprenderte de alguna zona poco conocida.
La humildad es quizá el mejor tip, agrega Rodríguez, y es que aunque uno cree saberlo todo, en el mundo del vino todo va cambiando y jamás se acaba por descubrir.
ÁNGEL RIVAS
Fuente: am.com.mx
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