El mejor vino blanco es el peor de los tintos. ¿Cuántas veces no hemos escuchado esta ridícula frase producto de la ignorancia? No perdamos de vista que el hombre bebe vino desde hace más de 6 mil años, pero como en México realmente apenas comienza el gusto por esta bebida muchas personas que cuentan con escasos conocimientos sobre el vino y se precian de saber demasiado, frecuentemente nos confirman su ignorancia despreciando al vino blanco.
El vino blanco procede uvas blancas o tintas. El color del vino se obtiene de la cáscara de la uva, ya que la pulpa no tiene las sustancias colorantes que tiene la piel de este noble fruto. Un ejemplo de vino blanco procedente uvas tinas es el Rivero González blanco, elaborado con Cabernet Sauvignon, del Valle de Parras en Coahuila.
Resulta mucho más difícil producir un gran vino blanco que un tinto, ya que el enólogo tiene menos componentes para elaborarlo, por ello contadas zonas en el mundo producen blancos inimitables como el Mosela en Alemania, Borgoña, Burdeos o California.
La característica sensorial que propia de los vinos blancos es su acidez marcada, por ello es que debe enfriarse con el fin de disminuir su acidez para que sea más agradable a la hora de beberse. Cuando el ácido presente en este tipo de vinos no agrede sino que por el contrario refresca el paladar, podemos hablar de un vino de buena calidad ideal para estos calores estivales que se presentan en México.
No se debe descalificar sin conocer y mucho menos ofender a quienes pretenden iniciarse en el mundo del vino y seleccionan para beber un vino blanco.
Aprovechen esta época y atrévanse a probar vinos blancos, créanme, la experiencia merece la pena. ¡Salud!
Twitter: @Rene_Renteria
Página web: http://renerenteria.com.mx/
Fuente: El Financiero – México
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