El caso es que los yogures llevan impresa una fecha de caducidad, con día y mes, por lo que pasada esa fecha nadie garantiza que el producto sea seguro para la salud, pero ¿Qué dice la ciencia? Bueno, aplicando conceptos básicos de microbiología, un yogur que solo contenga leche, sin otros aditivos, puede mantenerse comestible durante meses, incluso sin siquiera estar refrigerado, mientras la tapa se mantenga sellada.
Esta afirmación se basa en el hecho de que conforme pasa el tiempo la fermentación del yogur aumenta, y con ella la acidez del medio. Como norma general, la capacidad de crecimiento de un hipotético microorganismo contaminante decrece a medida que aumenta la acidez, por lo que cuanto más ácido estuviera un yogur, más seguro sería.
El único problema es que con el tiempo se vuelve realmente ácido, y no es un sabor que guste demasiado, pero técnicamente en vez de fecha de caducidad en este caso debería ser más bien fecha de consumo preferente. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la mayoría de yogures llevan aditivos, trozos de fruta, edulcorantes… por lo que se entiende que se haya optado por un tipo de fecha que abarque a todos los yogures, y así evitar peligrosas confusiones.
Ya para acabar, la pregunta de rigor. ¿Os coméis los yogures caducados? Según un informe del Ministerio de Agricultura el 20,7% de los españoles consume alimentos caducados en los días siguientes y un 19,5% opta por consumirlos o tirarlos dependiendo del tipo de producto.
Fuente: Femenino.info
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