¿Una cervecita en la ducha? SNASK
Aprovechando que la cerveza, y muy especialmente la elaborada artesanalmente en pequeñas microbreweries, está más de moda que nunca los líderes de ambos proyectos llegaban hace unos meses a la conclusión de que era el momento perfecto para ampliar su colaboración y lanzarse al vacío apostando por "un concepto único". Cansados de la clásica rubia que nos sirven en todas partes, y tras comprobar que resulta imposible combinar dos de los grandes placeres de la vida como las duchas calientes y las cervezas frías, decidieron ponerse manos a la obra y acabar cuanto antes con lo que, según ellos, era una injusticia universal.
Tras unas cuantas reuniones, decidían marcarse un objetivo de lo más ambicioso: elaborar una sabrosa cerveza que se pudiera consumir bajo el chorro de la alcachofa sin que por ello esta tuviese que perder ni la temperatura ni el sabor durante al menos dos minutos. Según los diseñadores, sólo podrían conseguirlo si la cerveza se embotellaba en un recipiente pequeño, de no más de 180 mililitros, que contase con un doble cristal. Así conseguirían, por un lado, ofrecer la máxima resistencia ante posibles caídas y, por otro, mantener la temperatura gélida de la misma durante el máximo de tiempo.
En paralelo, los maestros cerveceros concluyeron que el tipo de cerveza ideal para sacarle el máximo partido a esos escasos tres o cuatro tragos que ofrecería su minúsculo botellín sería el de una Strong Pale Ale de 10 grados elaborada con lúpulo y con toque cítrico y herbal. Un experiencia corta pero potente y, lo más importante, que no dejase indiferente a nadie. Era así como nacía la Shower Beer. En palabras de sus creadores, "una cerveza lo suficientemente pequeña como para no calentarse dentro de la ducha pero lo suficientemente fuerte como para empezar a prepararte para salir de fiesta o para ayudar a desconectar de las preocupaciones del día al llegar a casa".
Cerveza y acondicionador, 2 en 1
Para colmo, gracias a la manera en la que la Shower Beer se ha elaborado, ésta también se puede usar como acondicionador capilar. Así lo aseguran, al menos, los inventores del que muy posiblemente sea el 2 en 1 más extraño creado nunca.
Por ahora, su excentricidad parece estar dando muy buenos resultados. Aunque sólo sea por la curiosidad que ha despertado el producto, lo cierto es que la primera remesa apenas duró unas horas.
De ahí que los empresarios suecos se hayan lanzado a la búsqueda de distribuidores más allá de Escandinavia, el único lugar, de momento, en el que se puede encontrar el peculiar invento. Su objetivo, ambicioso, que este mismo año pueda ser consumida por cerveceros de todo el mundo.
DIEGO BERMEJO
Fuente: El Mundo
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