Un parque de atracciones del marisco consagrado a la excelencia y uno de los mejores arroces del país en plena costa murciana.
Lo Pagán es una pequeña pedanía costera perteneciente a San Pedro del Pinatar,en la relativamente masificada costa norte murciana. Y, sin embargo, su situación junto al Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro y cercana a las Golas de La Torre y del Ventorrillo, entrada natural de las aguas del Mediterráneo en el Mar Menor, la convierten en un lugar de privilegio.
Todo un desfile de mariscos hasta terminar con el otro emblema de la casa: el arroz© Restaurante Venezuela
Por añadidura, la cercanía de una de las lonjas más importantes del Mediterráneo, la de Santa Pola, remata la ecuación cuyo resultado es el mejor producto marino.
Es allí, junto al puerto de Lo Pagán, donde se alza el Venezuela. Más de cincuenta años después de que su fundador abriese una pequeña taberna marinera y hoy convertido en todo un emporio del marisco y el arroz.
Al frente, José Antonio Giménez Hernández, que maneja con profesionalidad y soltura una brigada de casi un centenar de empleados que, en días de celebraciones, dan de comer a cerca de un millar de comensales que se distribuyen en diferentes espacios, en lo que casi parece un parque temático del marisco. Cifras mareantes que no parecen afectar a la calidad y los puntos de cocción de lo que se oferta.
La lonja de Santa Pola les provee del mejor producto marino© Restaurante Venezuela
Es muy difícil encontrar expositores a lo largo de la costa a la altura de los del Restaurante Venezuela.
Género de primer orden, principalmente de la lonja de Santa Pola: gamba roja y gamba blanca, cigala y langosta que se alternan con producto gallego –percebe, almejas, centollo– y con el fantástico y extremadamente escaso langostino del Mar Menor, el único marisco que se captura en la laguna.
Pequeño, de carne dulce y con un punto salino superior al habitual. Salazones y marinera en la barra mientras se rumia la comanda parecen un buen plan.
Un verdadero parque temático del marisco© Restaurante Venezuela
Por la mesa, bien atendida, pasan productos excelsos con cocciones precisas.
Todo un desfile de crustáceos y moluscos, incluyendo unos sepionets tersos y dulces y unas almejas jurásicas, hasta terminar con el otro emblema de la casa: el arroz.
Se hace complicado transmitir con palabras la melosidad y la profundidad del fondo de este arroz de la casa, mutación del arroz al caldero –también en carta y en cinco entregas por encargo– que merece por sí mismo este viaje.
Sólo una carta de vinos demasiado escasa y descompensada desluce algo el festival. Uno de esos que algunos hemos dado en llamar Templos del Producto.
Marisco y arroz de calidad con vistas al Mar Menor
Fuente: Traveler
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