Mitos y realidades: ESTE es el aceite con el que deberías cocinar / Foto:
Esta es una lista de los mitos más comunes que giran alrededor de la grasa, y la razón por la que no deberíamos tomarlos en cuenta.
1) MITO: La grasa es mala para el cuerpo
Generalizar de esta manera es peligroso, porque el cuerpo necesita grasa para sobrevivir. El auge de las dietas bajas en grasa crearon un peligroso estigma, y nos programaron a elegir productos “low fat” sin considerar su contenido de azúcar u otros ingredientes que sí pueden ser dañinos.
REALIDAD: Existen fuentes de grasa que son más saludables que otras. Es importante procurar consumir alimentos que contienen más grasas buenas y menos grasas malas.
2) MITO: La grasa provoca enfermedades del corazón
Como ya lo mencionamos, no todas las grasas son iguales, y las grasas monoinsaturadas (a las que llamamos grasas buenas) ayudan a reducir el nivel de colesterol malo y a aumentar el bueno. Como consecuencia reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
REALIDAD: De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón el colesterol bueno ayuda a mantener tu sistema cardiovascular saludable. Ayuda a remover el colesterol malo de las arterias y por lo tanto debe formar parte de una dieta equilibrada.
3) MITO: El aceite está compuesto de grasas malas
Cada tipo de aceite que utilizamos en la cocina es diferente. El tipo de grasa que contiene depende de su origen. Es importante que conozcas la composición del aceite que utilizas porque muchas veces lo que creemos que es más sano resulta ser lo más dañino.
REALIDAD: Tal vez te sorprenda, pero el aceite con más grasas buenas es el de cártamo. Le siguen el aceite de aguacate, oliva, uva, entre otros. El aceite de cártamo que más comúnmente encuentras en el supermercado (y de precio más accesible) es Oléico, que además de la presentación básica que usamos para cocinar tiene una línea gourmet de mezclas (como ajo, romero y chile de árbol) que sirven para aderezar y sazonar sin tener que preocuparnos de las grasas malas.
4) MITO: Las personas con diabetes no deben cocinar con aceite
Lo importante es seleccionar correctamente el tipo de aceite que consumimos, ya que las grasas malas pueden ser dañinas para el organismo, pero sustituirlas por grasas monoinsaturadas en una dieta sana ayuda al metabolismo de la glucosa.
REALIDAD: La Asociación Americana de Diabetes recomienda una dieta rica en grasas monoinsaturadas para mejorar la tolerancia a la glucosa y reducir la resistencia a la insulina para un mejor control de la diabetes.
5) MITO: Todos los aceites sirven para cocinar
El aceite en la cocina cumple muchas funciones distintas, lo usamos para marinar, para aderezar y sí, para freír, pero no todos los aceites toleran bien el calor. Por eso es importante distinguir cuáles aceites no deberíamos usar en una sartén.
REALIDAD: Todos los aceites tienen un “punto de humo”, la temperatura a partir de la cual comienzan a descomponerse. Cuando un aceite se calienta más allá de su punto de humo, genera gases tóxicos y radicales libres que son perjudiciales para nuestro cuerpo. De los aceites más comunes, el de uva y el de cártamo son los que resisten las temperaturas más altas. Cuanto más alto sea el punto de humo de un aceite, más métodos de cocción podrás utilizar y con más seguridad podrás cocinar.
Fuente: Cocina Delirante
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