El congelador se ha convertido en el mejor aliado en las pequeñas aldeas gallegas, donde se ven obligados a reciclar comida y donde incluso vuelven a hacer pan en casa
Hace unos días, Carmen Lamelas describió en Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia cómo es el confinamiento en los pequeños pueblos de Galicia, como el suyo, San Vitoiro.
El reciclaje de comida permite elaborar croquetas. (Carmen Lamelas / CL)
Entre otras cosas, explicaba cómo la panadera se había convertido en la heroína al llevar cada día a las aldeas el pan. Sin ella, se hubieran quedado sin este alimento básico, al menos, aquellos que no pueden elaborarlo en casa.
Hoy, Carmen Lamelas nos habla, precisamente, de la alimentación en estos pueblos gallegos con muy pocos habitantes, quienes también siguen el confinamiento en casa. Y, a juzgar por las imágenes que comparte, sus habitantes mantienen la gastronomía gallega en lo alto, aunque deban recurrir al reciclaje y a la creatividad.
“La alimentación en los tiempos del coronavirus”, afirma, “sin duda, parte fundamental en la liturgia que llevamos a cabo estos días de confinamiento”.
En pueblos pequeñitos como el nuestro solemos tener un congelador y créanme que se ha convertido en nuestro mejor amigo”
“Salir a comprar una vez a la semana, organizarse para comprar con sentidiño, intentar variar y alimentar a los nuestros con verduras, pescados y algún postre que otro sin arruinarnos”, explica Carmen.
“Y lo mejor de todo, regresar a los tiempos del reciclaje, donde el plato más importante de nuestra gastronomía, las croquetas, se convierte muchas veces en nuestro salvador culinario”, destaca.
“Yo no he hecho pan en casa, pero se está haciendo mucho. Y para dar salida a los huevos hago postres... Así que prohibido subirse a la báscula en los próximos meses”, concluye, con humor, su relato la lectora.
San Vitoiro está ubicado en la parroquia de A Ermida, en Quiroga (Lugo), y tiene medio centenar de habitantes. Está situado en una bella región a orillas del río Sil, en el entorno de la Ribeira Sacra, que aspira a entrar en la lista de Patrimonio de la Humanidad
A continuación, reproducimos algunos de los platos que ha cocinado Carmen en San Vitoiro durante el confinamiento en su aldea:
Un buen plato de lentejas. (Carmen Lamelas / CL)
Magdalenas caseras. (Carmen Lamelas / CL)
Tarta para endulzar el confinamiento. (Carmen Lamelas / CL)
Caldo con combinación de alimentos. (Carmen Lamelas / CL)
El pescado es importante para la dieta del confinamiento. (Carmen Lamelas / CL)
Plato para saborear durante el confinamiento. (Carmen Lamelas / CL)
La gastronomía gallega pervive con imaginación y adaptándose a los recursos disponibles en los pueblos. (Carmen Lamelas / CL)
La pasta es un buen recurso para el confinamiento. (Carmen Lamelas / CL)
Plato caliente para combatir el frío en los pueblos de montaña. (Carmen Lamelas / CL)
Si puede ser, sin renunciar al aperitivo. (Carmen Lamelas / CL)
Por su parte, Carmen Bueno Paradas comparte también una foto de uno de sus “guisos de confinamiento”.
Guiso de confinamiento. (Carmen Bueno Paradas / CBP)
Fuente: La Vanguardia
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