El Gourmet Urbano: #CERVEZAS #ESPAÑA 🍻 | Beber a morro y otros errores que cometes cuando tomas cerveza

viernes, 19 de febrero de 2021

#CERVEZAS #ESPAÑA 🍻 | Beber a morro y otros errores que cometes cuando tomas cerveza

Beber a morro significa perderse aroma y sabores Christian Buehner Unsplash

Temperatura, limpieza y forma de servir son algunos de los fallos que cometemos cuando nos tomamos una cerveza, "una bebida a la que no se le da la importancia que merece en la gastronomía". Varios expertos nos dicen qué tenemos que evitar para disfrutarla al máximo.

Parece un acto banal, casi sin importancia, rutinario. Abrir una botella de cerveza, limpiar ligeramente la boca y darle un trago. Pero este gesto es, según los expertos, uno de los varios errores que cometemos a la hora de tomar esta bebida y que hacen que la disfrutemos menos de lo que deberíamos.

Beber a morro no sólo está liberando en tu estómago parte del CO2 que contiene la cerveza y que "se rompe cuando se forma la espuma", explica Susana Giner, gerente de 2D2despuma, tienda-bar especializado en cerveza artesana abierto desde 2006 en Barcelona. También hace que se pierda parte de la experiencia organoléptica de este bebida. La cerveza tiene una amplía gama de aromas, sabores y tacto en el paladar que se pierden si no servimos la bebida en un vaso.

Al igual que otros alimentos como el vino, la cerveza también necesita oxigenarse. Servirla en lugar de beberla directamente de la botella permite que la "cerveza se despierte", aconseja Giner.

Servirla en un vaso, "a poder ser de buen vidrio", apunta Javier Sierra Beer Sommelier de Mahou San Miguel, no sólo permite disfrutar más sus sabores, también su aspecto visual y olfativo. "Beber directamente de la botella hace que te pierdas los olores", avisa Susana Giner, además de tragar parte de las "sustancias volátiles que se liberan cuando la sirves".

Aunque lo ideal es tener varios vasos y disfrutar cada estilo en su recipiente correspondiente, si no tenemos cristalería variada se puede usar una copa 'estándar' para tomar casi todos los tipos de cerveza. "Una copa de vino blanco sería lo más apto para casi todos los estilos", explica Francisco Encarnación, beer sommelier y editor del medio especializado Factoría de Cerveza, aunque también "podemos servir las más potentes en vasos de coñac".

"El vaso de tubo debería estar prohibido", afirma categórica Giner. "No deja meter la nariz para apreciar sus aromas", explica, "ni deja formar correctamente la espuma".

NO AL LAVAVAJILLAS


Beber a morro impide que se forme la característica espuma de la cerveza, que no tiene un simple función decorativa. Esta parte de la cerveza "es un indicador de la salud" de la bebida, explica Susana Giner.

Servirla muy rápido o muy despacio no es bueno porque producirá un exceso o un déficit de espuma, que también sirve para proteger el líquido "del exceso de oxidación", comenta Giner.

Para servir la cerveza hay que seguir un pequeño ritualGerrie Van der WaltUnsplash

Para hacerlo correctamente y crear una capa de espuma óptima hay que seguir un pequeño ritual: colocar el vaso en 45º y servir con cuidado la cerveza. Una vez que hemos llenado tres cuartas partes de la copa, colocamos el vaso en vertical y servimos lo que quede a una altura mayor, dejando que caiga en el centro de la copa para que se forme espuma. "Nunca hay que meter el cuello de la botella dentro de la bebida", añade Sierra.

Tampoco es recomendable meter el vaso en el congelador. "La escarcha puede afectar a la cerveza, tanto en su sabor como en la formación de espuma", comenta Sierra

El vaso, además, tiene que estar perfectamente limpio. "Las pequeñas burbujas que se forman en la pared del vaso son un indicativo de que no está limpio", apunta. Restos de grasa, detergente o un mal enjuague pueden ser algunas de las causas de este suciedad residual.

Para un correcta limpieza, Francisco Encarnación recomienda "no meterlo en el lavavajillas porque pueden quedar restos de jabón". Mejor lavarlo a mano con "un detergente neutro y dejarlo secar bien".

Si el vaso está perfectamente limpio no se formarán estas burbujas. Conviene aclararlo un poco antes de servir para quitar posibles restos de polvo si no se ha usado en un tiempo. Ese aclarado favorecerá que la espuma deje lo que se denomina encaje de Bruselas, un surco característico de la cerveza cuando se va consumiendo. Estos restos son un indicativo tanto de que está bien tirada como de que el vaso está limpio.

FRÍA SÍ, PERO NO TODAS IGUAL


Para disfrutar la bebida también hay que evitar otro error común: la temperatura de servicio. No todas las cervezas deben ser consumidas igual. Unos estilos necesitan una temperatura de consumo más alta para poder disfrutar de todas sus características, tanto de aroma como de sabor.

"No podemos tomar la cerveza a temperatura de congelación", explica Encarnación. "Para la típica lager [la caña clásica] está bien que se tome bien fría", apunta Sierra, "pero otros estilos [como las stout] necesitan menos frío". "Por lo general, cuanto más oscura y más alcohol tienen, mayor temperatura necesitan", resume Giner como una posible pista para identificar la temperatura ideal.

Los restos de espuma en el vaso son indicador de que está limpio
Louis Hansel / Unsplash

La conservación del envase también es importante para mantener las cualidades de la bebida. "Dentro de la botella la cerveza sigue viva", explica Giner. "Al igual que el vino", comenta Encarnación, "la luz y las temperaturas altas no le vienen bien", por lo que conviene conservarla en frío siempre que se pueda.

Los estilos con más lúpulo, como las IPA o las Neipa, "conviene consumirlos cuanto antes". Otros pueden aguantar un poco más, incluso algunos se pueden añejar, aunque siempre guardándolos en sitios donde la temperatura no sea muy alta y no entre la luz.

Para almacenarlas es mejor hacerlo en vertical. Así se evita que el líquido toque el interior de la chapa, "excepto las que tienen corcho, que conviene guardarlas tumbadas para evitar que se seque", añade Giner.

Si somos de los que nos hemos apuntado a llevarnos la cerveza del bar a casa, algo muy habitual en Estados Unidos, conviene desinfectar el envase, conocido como 'growler', antes de llevarlo a nuestro bar favorito. Además, "hay que guardarla en frío y consumir la cerveza en un máximo de 48 horas", explica Sierra.

Los tres expertos coinciden en otro error común: no darle a la cerveza la importancia gastronómica que tiene y "desaprovechar su potencial para maridar con alimentos", según Encarnación. "La cerveza es algo más que una bebida para acompañar la comida", resume Giner.

LUIS BLASCO

Fuente: El Mundo

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